Roma.- Emanuele Filiberto de Saboya, nieto de Umberto II, el último rey de Italia, anunció hoy que demandará a la editorial francesa Béziers H&O, que está por publicar un libro en el que incluye a su abuelo entre los jefes de Estado homosexuales o bisexuales.

En el programa “KlausCondicio”, transmitido por Youtube, el heredero del último monarca italiano confirmó que pedirá una indemnización y la confiscación del libro “Dictionnaire des Chefs d’Etat homosexuels ou bisexuels” (Diccionario de jefes de Estado homosexuales o bisexuales).

El volumen, que está por publicarse en Francia, supuestamente confirma los rumores sobre las diversas relaciones homosexuales mantenidas por Umberto II, muerto en el exilio en 1983.

“Pediré la confiscación del libro y una maxi indemnización por daños porque (el libro) enloda la memoria de mi abuelo con chismes vulgares”, anunció.

Según Emanuele Filiberto, protagonista de las revistas del corazón y de las transmisiones televisivas, toda la familia Saboya apoya su iniciativa.

Aseguró que no es homófobo y se comprometió a entregar el dinero que eventualmente reciba tras ganar el proceso a la asociación ArciGay de combate a la homofobia.

Insistió en que los rumores sobre la presunta homosexualidad de Umberto II fueron obra del fascismo y del dictador Benito Mussolini, en particular, que buscaba desacreditar a la familia real.

“El Duce temía la influencia del rey y de la reina y tenía miedo de que hicieran amistad con los antifascistas”, dijo.

Asimismo, desmintió categóricamente la presunta relación que, según el libro, su abuelo mantuvo con el cineasta Luchino Visconti y negó que el líder socialista Pietro Nenni lo llamara “el rey pederasta”.

Conocido como “el rey de mayo”, Umberto II solamente reinó 36 días, del 9 de mayo al 18 de junio de 1946, tras la abdicación de su padre Vittorio Emanuele III (desacreditado por haber escapado de Roma luego de que se firmara el armisticio con los aliados).

Umberto II y su familia debieron marchar al exilio tras el referéndum que en 1946 abolió la monarquía y dio vida a la República.

Sus herederos de sexo masculino tuvieron prohibido pisar suelo italiano hasta 2002.