Teherán.- Las autoridades de Irán han acelerado la asistencia a los alrededor de 300.000 damnificados por los fuertes terremotos que el sábado causaron al menos 306 muertos y más de tres mil heridos en el noroeste del país, donde hoy lunes se ha empezado a recibir la ayuda internacional.

En una intervención ante el Parlamento, la ministra de Salud, Marzie Vahid Dastyerdi, cifró en al menos 306 personas muertas, la mayoría mujeres y niños, y en 3.037 las heridas, según cifras provisionales.

Los hospitales de Tabriz y otras ciudades próximas al lugar del siniestro se vieron colapsados y, aunque la mayoría de los heridos fueron atendidos por socorristas y equipos sanitarios móviles, se tuvieron que realizar unas 650 operaciones quirúrgicas de urgencia en quirófano en poco más de un día.

En las zonas afectadas por el terremoto se desplegaron este lunes equipos de prevención de enfermedades infecciosas, que aún no se han detectado, y la directora del Servicio Nacional de Transfusiones de Sangre, Mahtab Magsudlu, hizo una petición a los donantes, en especial del tipo cero negativo.

A parte de los heridos, miles de personas han pasado las dos últimas dos noches en la calle, incluso en Tabriz, ciudad que no sufrió daños, por temor a las réplicas que, hasta la mañana del lunes hora local, sumaban al menos 140 por encima de los 2,5 grados Richter y algunas de hasta 4,7 y 4,8 grados de la citada escala.

El primer cargamento de ayuda humanitaria extranjera para los damnificados llegó desde la República de Azerbaiyán, limítrofe con la zona donde se produjeron los sismos.

El ministerio azerbaiyano de Situaciones de Emergencia envió un cargamento compuesto por tiendas de campaña y mantas, además de alimentos de primera necesidad, como harina, arroz, azúcar, aceite y pasta.

La Media Luna Roja iraní informó que dos camiones con ayuda humanitaria procedente de Turquía se dirigían a Tabriz, mientras un equipo de búsqueda y rescate de 36 miembros de la Media Luna Roja turca también llegó a la zona, aunque tuvo que regresar a su país debido a que el domingo se dieron por finalizadas esas labores.

Tras los terremotos, numerosos países, entre ellos Azerbaiyán, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, el Vaticano, Pakistán, Rusia, Japón, Bolivia, Alemania, Siria, Bahrein, Suiza, Taiwán y Tayikistán, además de la ONU e incluso Estados Unidos, han manifestado sus condolencias a Irán y ofrecido ayuda humanitaria.

El domingo, menos de 24 horas después de los sismos, que asolaron los distritos de Ahar, Varzaga, Haris y Mehraban, en Azerbaiyán Oriental, las autoridades concluyeron la búsqueda y rescate y, según el ministro del Interior, Mostafa Mohamad Nayar, aceleraron los trabajos "para asegurar a los supervivientes refugio y comida".

Hasta el momento, la Media Luna Roja iraní ha anunciado que 48.370 damnificados y personas que han perdido su hogar están alojadas en sus refugios o campamentos de emergencia, donde la organización ha distribuido 9.674 tiendas de campaña y 11.942 mantas.

Los datos de la Media Luna Roja también señalan que 230 aldeas quedaron destruidas en más de un 70 por ciento en la zona de los terremotos, situada a entre 45 y 65 kilómetros de Tabriz.

Las aldeas en emplazamientos de alto riesgo van a ser trasladadas a otros lugares, según Husein Gadami, director de Gestión de Emergencias del Ministerio del Interior, quien señaló que los que están en zonas menos peligrosas serán reconstruidos.

Gadami dijo que la placa tectónica de Ahar no ha tenido gran actividad en los últimos 50 años y sólo ha provocado tres débiles sismos que apenas superaron los 3 grados en la escala abierta de Richter.

Según él, pese a los daños en las aldeas y los cortes de luz, teléfono y gas, las infraestructuras no sufrieron un grave deterioro, por lo que podrán ser reparadas.

Los afectados que lo soliciten recibirán una ayuda del Gobierno de 20.000.000 de riales (unos 1.600 dólares al cambio oficial) y también podrán acceder a créditos a bajo interés de 120.000.000 de riales (casi 10.000 dólares) para reconstruir sus propiedades, agregó Gadami.

Pese a las promesas y anuncios del Gobierno, políticos locales han insistido en la urgencia de la ayuda, en especial agua y comida, para la supervivencia de los campesinos de la zona.

"Necesitamos pan, agua embotellada y comida en conserva", dijo el alcalde del área de Jaye, en el distrito de Varzagan, Valiola Farach Olahi.

"Como estamos lejos del centro del terremoto y no hay información precisa de los daños que hemos sufrido, aún no nos ha llegado la ayuda necesaria para las aldeas afectadas en Jaye", recalcó Olahi.