El país registra 6 muertes por coronavirus de entre una población de 5 millones; además, solo tiene 7 pacientes en terapia intensiva.
Costa Rica cumplió 10 días sin una sola muerte relacionada al Covid-19 y se mantiene como ejemplo a nivel mundial por el buen manejo de la epidemia, mientras poco a poco reanuda sus actividades económicas.
Con cifras actualizadas a este 30 de abril, se contabilizaban sólo 16 personas hospitalizadas por coronavirus a nivel nacional, siete de los cuales están en terapia intensiva; desde el inicio de la epidemia, sólo se reportan 719 casos y seis personas fallecidas.
Esto significa también la tasa de letalidad más baja en todo el continente americano, cercana a 0.85 por ciento, cuando en México el dato es de 9.5 por ciento; la población del país centroamericano es de aproximadamente 5 millones de personas.
Otra buena noticia para Costa Rica es que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una línea de crédito por 504 millones de dólares que les servirá para enfrentar la crisis económica que se viene, en la que esperan que su Producto Interno Bruto se contraiga 3.6 por ciento, su peor resultado desde los años 80 del siglo pasado.
Costa Rica reanuda poco a poco actividades
El correcto manejo del Covid-19 en Costa Rica les ha permitido relajar poco a poco las medidas de confinamiento y aislamiento social, si bien el país sigue cerrado a los extranjeros, lo que supone un fuerte golpe a su economía dependiente en buena parte del turismo.
De acuerdo con la agencia Reuters, el 27 de abril pasado, el gobierno anunció la reapertura de locales como gimnasios, peluquerías, cines o teatros, con horarios especiales, aforo limitado y la observancia de algunas medidas de distanciamiento.
Esto, luego de una racha de once días con reducción en el número de nuevos casos, un “éxito relativo y frágil” en palabras del presidente Carlos Alvarado, quien sin embargo advierte que no pueden relajarse.
Pese a la paulatina normalización de la vida en el país, las playas, bares, parques nacionales, escuelas e iglesias siguen cerradas, y las autoridades prohiben eventos masivos.