Honduras.- Este viernes son velados los restos de la dirigente indígena hondureña Berta Cáceres, asesinada la madrugada de este jueves.

A La Esperanza, su ciudad natal, han llegado cientos de personas a acompañar a la activista en su féretro y a manifestar una vez más su descontento por el hecho, del que aún no se esclarecen los móviles. 

”Las transnacionales la mandaron a matar", asegura en particular, Gustavo Cáceres, hermano de la ambientalista, quien además agradeció a los embajadores de Estados Unidos, James Nealon, y de la Unión Europea, Ketil Karlsen, por las muestras de solidaridad que le expresaron a su familia al asistir al velatorio de su hermana. 

"Estamos consternados, confiamos en ustedes en que caiga quien caiga, los culpables pagarán y que la muerte de Berta no quedará impune", subrayó por su parte el hermano de la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), del que fue cofundadora en 1993.

La reconocida activista fue asesinada este jueves en su casa, al parecer por dos hombres que portaban armas de fuego e ingresaron por la fuerza a su vivienda, según la información oficial.

Hasta ahora las autoridades hondureñas han informado de una persona detenida, no identificada, y otra que resultó herida, quien es supuestamente el mexicano Gustavo Castro, un ambientalista originario de Chiapas que había viajado a Honduras para participar en unas charlas sobre el tema ambiental.

Con información de AFP