Bruselas.- Conforme pasan los días, van saliendo a la luz más detalles de los atentados en Bruselas, Bélgica, que han dejado hasta el momento 31 muertos y 270 heridos.

Uno de los atacantes responsable de las dos explosiones en el aeropuerto de Zaventem, lanzó críticas a Estados Unidos en la conversación que mantuvo con un taxista momentos antes de los atentados.

El propio conductor relató a la policía que los tres hombres, recogidos en el barrio de Schaerbeek, en Bruselas, rechazaron su ayuda para cargar las maletas y prefirieron ponerlas en el maletero ellos mismo.

Según el diario belga La Dernière Heure, en el trayecto al aeropuerto, el coche fue tomado por un olor a amoníaco que, sin embargo, no preocupó al taxista.

Dijo que dos de los terroristas -los que fueron identificados por la policía como Ibrahim El Bakraoui y Najim Laachraoui- permanecieron callados durante los cerca de veinte minutos que dura el viaje.

Pero el tercero de ellos -que aparece con una gorra y una chaqueta de color claro en las imágenes del aeropuerto y es activamente buscado- expresaba su repudio a la política estadounidense.

Eran vecinos raros

Luego de que se bajaron del taxi, los hombres ingresaron en el aeropuerto con las tres maletas cargadas de explosivos, de las cuales dos estallaron, matando a al menos 14 personas y dejando centenas de otras heridas.

En ese momento, el taxista, cuya identidad no ha sido revelada, ya había recogido otro cliente y salido del local.

Hasta en la tarde, al ver las noticias de los atentados y las imágenes de los tres sospechosos, el hombre se percató de la identidad de sus clientes y se presentó a la policía.

Su relato preciso condujo los investigadores al piso de Schaerbeek donde se incautaron 15 kilogramos de explosivos, 150 litros de acetona, 30 litros de agua oxigenada y detonadores, una maleta repleta de clavos y tornillos, y un variado material normalmente empleado en la fabricación de bombas.

Cerca también hallaron, en un basurero público, una computadora con un testamento en audio en el que Ibrahim El Bakraoui dice "no saber qué hacer" y tener que "precipitarse" para no terminar "en una celda".

El alcalde de Schaerbeek, Bernard Clerfayt, indicó que el piso usado por los terroristas había sido vendido recientemente y estaba alquilado desde hace tres semanas.

Un vecino había alertado a un agente de seguridad del barrio de que los ocupantes de la vivienda eran "un poco raros", dijo Clerfayt.