México.- Jenni Hayes de 49 años desarrolló 2 mil 500 personalidades debido al abuso sexual prolongado al que la sometió su padre desde los 4 a los 11 años.

Este 6 de septiembre, el hombre de 74 años, Richard Haynes fue sentenciado a 45 años de prisión por una corte en Sídney, Australia por 367 cargos que incluyen violación, sexo anal, asalto indecente y acceso carnal a un menor de 10 años.

De acuerdo con la víctima, quien se valió de 6 personalidades, incluida ‘Symphony’, una niña de 4 años quien recogió todo el impacto emocional del abuso sexual prolongado durante la infancia de Jeni, testificaron en la corte y otorgaron detalles significativos sobre la violencia que la víctima experimentó durante una década.

La crónica recogida por BBC apunta que sería el primer caso en el mundo donde una víctima con un diagnóstico de Trastorno de Identidad Disociativo testifica ante una corte para poner tras las rejas a su abusador, quien además es su propio genitor.

La policía australiana afirma que es uno de los peores casos de abuso infantil en el país del cual se tenga registro y aunque la familia es originaria de Londres en el Reino Unido, se mudaron en 1974 a Sídney durante una década hasta que su madre se divorció de su padre y regresaron a su país natal.

Haynes afirma que el abuso casi diario que su genitor ejercía en su contra fue “calculado y planificado”, además afirma que su padre disfrutó cada minuto. El impacto psíquico fue tal que terminó desarrollando personalidades múltiples para lidiar con la violencia a la cual fue sujeta cuando niña.

Richard la amenazaba con matar a su madre y hermanos si alguna vez hablaba del abuso, además la convenció de que podía leer su mente, a tal punto que la propia Jeni declara: “no me podía sentir segura ni en mi propia cabeza”.

El control de su genitor sobre la vida de su hija era tal que le negó el cuidado médico por el maltrato físico y el abuso sexual, lo que la llevó a desarrollar problemas de salud a largo plazo: tiene mala vista, daños en la quijada, el intestino, el ano y el coxis.

La doctora Pam Stavropoulos afirma que el Trastorno de Identidad Disociativo es una estrategia de supervivencia para lidiar con el abuso extremo y el trauma en los niños.

Según la terapeuta, entre más pronto ocurra el trauma y más agravado sea, es mucho más probable que los niños disocien para manejarlo, lo que conlleva el desarrollo de múltiples personalidades.

En el caso de Jeni, la primera personalidad que desarrolló fue Symphony, una niña de cuatro años; cada personalidad cumple un rol y contiene un elemento del abuso.