Cuando una obra nos gusta, buscamos enterarnos de los más mínimos detalles que construyen el universo donde se inserta dicha historia; muchas veces sabemos más de la historia, política y economía de cosas como El Señor de los Anillos, Star Wars o Star Trek que de nuestra propia realidad.

No obstante, hay cosas que es mejor obviar; como todo aquello que involucre los desechos del cuerpo en forma de orina o excremento.

Esto lo mencionamos porque J. K. Rowling, autora de Harry Potter acaba de dar uno de los datos más asquerosos del mundo del joven mago.

Por alguna razón que no alcanzamos a comprender, la escritora decidió hablar de la fontanería en Hogwarts, como esta llegó tarde al mundo mágico y la manera en la que los estudiantes iban al baño antes de que hubiera excusados en la escuela.

Así como lo lees, antes de que se instalará toda la tubería del lugar, los alumnos y alumnas no tenían empacho en orinar y defecar donde les diera la gana; para después usar su magia para desaparecer los desperdicios. Imaginen algo así como que están platicando con una amigo o amiga y de repente se baja el pantalón o se levanta la falda para hacer del baño; lo sabemos, no es la imagen más bonita del mundo.

¿Qué tiene esto de determinante para el mundo de Harry Potter? No lo sabemos; pero igual y te sirve si alguna vez te preguntaste cómo iban a baño los magos en el siglo XVIII.

Con información de Twitter.