El destino fue cruel para la gente de SpaceIL; lamentablemente no pudieron lograr el esperado aterrizaje en la Luna de su sonda espacial Beresheet debido a problemas técnicos con el propio vehículo. Lo peor de todo es que se quedó a apenas unos metros de lograr su objetivo.

Cuando la nave se encontraba a tan sólo 149 de la superficie, el motor principal comenzó a tener fallas, lo que ocasionó que se precipitará a una velocidad de 134 metros por segundo, chocando irremediablemente en territorio lunar. Si bien no hay un reporte oficial de por qué sucedió esto, expertos que seguían el evento señalan que la pérdida de un sensor de movimiento cuando se encontraba a 7.5 kilómetros de la zona de aterrizaje pudo ocasionar los problemas mencionados.

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Con esto la conquista de la Luna se queda en manos de tres países hasta el momento: China, Rusia y Estados Unidos, este último el más famoso al ser la única nación que ha puesto a seres humanos en la superficie del satélite natural; el resto se ha limitado con vehículos no tripulados. El fracaso también da a entender lo difícil que es llegar al cuerpo celeste, el más cercano a la Tierra, de ahí que no se hayan dado más intentos hasta este momento.

Beresheet fue financiada por la iniciativa privada

De haber tenido éxito hubiera significado le tener por primera vez un alunizaje realizado por una empresa privada; hasta el momento sólo organismos gubernamentales y militares han logrado tal hazaña. Aunque en su momento SpaceIL tuvo problemas para realizar el proyecto debido a la falta de dinero (Google iba a tomar el proyecto mediante un concurso, pero no cumplieron con los plazos requeridos); donaciones privadas y el apoyo de la Agencia Espacial de Israel ayudaron a llevarlo a cabo.

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Con el choque de la nave también se perdió un disco con 30 millones de documentos, el cual pretendía ser el primer volumen de una Biblioteca Lunar; misma que en un inicio se instalaría en base a distintas sondas que serían enviadas al astro. Ahora la compañía tendrá que replantearse sus objetivos en el futuro próximo; por lo pronto parece que la exploración espacial seguirá en manos de las grandes agencias de gobierno.

Con información de Gizmodo.