Antes de morir en marzo de este 2018, Stephen Hawking, en conjunto con Thomas Ertog; ultimaron detalles para la publicación de un nuevo estudio teórico acerca del universo y de las expansión del mismo, donde cambian por completo el paradigma hasta ahora aceptado, asegurando que el universo es finito.

El texto, publicado en el Journal of High-Energy Physics, establece que la estructura fractal con la que se ha manejado la estructura universal es errónea, pues no da claridad en la separación entre la física cuántica y la tradicional, asimismo, tampoco ofrece un punto de comunicación efectivo entre ambas; por lo que, en su interpretación, el universo debe de ser liso y finito; sin fluctuaciones y anulando su crecimiento.

Hasta este momento, la comunidad científica internacional ha aceptado que el nuestra realidad se originó en el Big Bang, una explosión originaria de elementos; a partir de ahí el universo ha estado en continua expansión con pequeños remanentes cuánticos donde se forman nuevos universos.

Dicha afirmación no sólo afecta la construcción cosmológica, también la teoría de los multiversos (de la cual Hawking no era partidario), al eliminar sustancialmente la existencia de varios de los posibles universos posibles.

Ertog continuará con este estudio. Intentará probar su teoría a través de la ondas gravitacionales primordiales, que se derivan del Big Bang y que afirman el modelo expansionista; estas tienen una longitud que no puede ser captada por los detectores LIGO, pero si podrían ser captadas por el observatorio espacial europeo de ondas gravitacionales, que aún no entra en operaciones. 

El astrofísico piensa que si las mencionadas ondas son encontradas y su naturaleza no corresponde a lo establecido, entonces la expansión infinita del universo bien podría nos ser tal, lo que le daría a Hawking y a él un punto en su estructura finita.

Con información de El País.