Parecía complicado imaginar que los populares dibujos que se hacen en la piel desde hace miles de años pudieran experimentar cambios relevantes, pero sucedió; se mejoraron los materiales y herramientas para hacerlos y prácticamente se han convertido en una nueva forma de arte porque en estos lienzos de piel ya puede verse cualquier corriente artística. 

Aunque ya era maravillosos de por sí, el ingenio y la tecnología los han llevado a ser algo más que un tinta en la piel; primero nacieron los sonoros que, a través de una aplicación, pueden reproducir notas de audio; ahora, el mundo ha quedado sorprendido ante los tatuajes biogenéticos. 

Un tatuaje biogénico es nada más y nada menos que un tatuaje que usa entre sus materiales un poco de ADN. Sí, es como llevar un poco de un ser querido inyectado en tu piel. 

Foto: Jake Davies / Unsplash

El concepto que hoy se conoce como Everence fue desarrollado por Patrick Duff, quien antes de esto, dirigía un programa de buceo terapéutico para veteranos

Junto a cuatro socios, Duff desarrolló un polvo sintetizado a partir de una muestra de ADN que muchas veces proviene de las cenizas producto de una cremación. Una vez que el polvo está listo, se entrega en una botella pequeña al tatuador que debe añadirlo a la tinta con la que realizará la obra de arte llena de significado. 

La práctica tiene exactamente los mismos riesgos que un tatuaje regular, pues el polvo sintetizado es inofensivo para el ser humano y está considerado un “cosmético” por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos).

Existen ya varios estudios que ofrecen el servicio en EU, pero antes de buscarlos para hacer cita, considera que el costo parte de los 13 mil pesos (650 dólares). 

¿Te harías uno?

Con información de El País.