A veces, por más fuerza de voluntad que le pongamos, es imposible resistirse a una hamburguesa con tocino que deja ver algo de queso derretido dentro de ella, pero te tenemos una gran noticia: la ciencia encontró una forma de aguantar las ganas de darle una mordida a la comida chatarra que más te gusta. 

Lo mejor de todo es que es tan simple como oler eso que te encanta durante 2 minutos. ¡Sí!, leíste bien. Si hueles ese platillo delicioso durante unos segundos, tu apetito disminuirá drásticamente.  

Según explicó el estudio realizado por científicos de la Universidad de Florida, luego de 120 segundos de oler la comida, el celebro activará los circuitos de recompensa igual que si hubieras comido el manjar. 

Para comprobarlo, los investigadores realizaron una prueba en la cafetería de una escuela que impregnaron con olor a pizza recién horneada y observaron cómo se comportó el alumnado después. El resultado fue que el consumo del producto se redujo un 21.43%. 

Quizá el resultado hubiera sido mejor si la compra se hubiera limitado al inicio, pues en un principio, la exposición al aroma sí genera consumo. 

Con información de Science Alert.