San Juan Gabriel Perboyre, quien en 1840 fue torturado en la ciudad china de Wuhan, epicentro del SARS-CoV-2, se ha convertido ahora en el santo protector contra el coronavirus.

La idea surgió del historiador Anthony Clark luego de haber investigado la vida del mártir y descubrir que murió por estrangulamiento, así que piensa, sería un buen consuelo para aquellos que ahora sufren de este virus, y así lo han adoptado en España. 

Ya hay un santo protector contra el coronavirus; fue torturado en Wuhan

Pero no es el único santo al que los humanos podrían rezarle, pues Clark también mencionó a San Francisco Régis Clet, otro sacerdote misionero igualmente martirizado en Wuhan. "Ambos murieron porque no podían respirar, ¿cómo no van a ser intercesores apropiados para esta enfermedad en particular", comenta.

Entre los tormentos que sufrió Gabriel Perboyre hubo golpes continuos en su espalda baja, además de que se vio obligado a arrodillarse sobre cristales rotos. Así que sí, ciertamente conocía las agonías del sufrimiento físico, aunque de momento su nuevo estatus no pasa de ser una propuesta informal que necesitaría ser validada por el Vaticano.

Pero ese proceso es largo y complejo, por este motivo la basílica de la Milagrosa, ubicada en Madrid, España, ya alzó su figura como protector contra el coronavirus, a fin de que los feligreses puedan implorar a una divinidad en tiempos tan difíciles derivados de la Emergencia Sanitaria.

Ataviado con ropas orientales y una trenza característica de los habitantes de ciertas regiones de China, el miembro del santoral católico aparece ya vencido por la asfixia y colgado de la cruz de madera en la que se le ajustició. Aunado a ello, se venden estampas con oraciones para frenar el Covid-19:

"Que devuelvas la salud a los enfermos y la paz a los lugares infectados. Acoge a las personas que han fallecido, conforta a sus familias y amigos. Sostén y protege al personal sanitario, ilumina a todos los que se esfuerzan por controlar esta pandemia".