Las pérdidas en el mundo de arte son más que invaluables porque, independientemente del precio que se le pueda dar a una pieza en el mercado, si una obra desaparece, es robada, se daña o sufre de un atentado, las posibilidades de recuperarla son prácticamente nulas y, por supuesto, no podrá ser reemplazada con nada.
Ese miedo e incertidumbre embargó a los amantes del arte cuando se dio a conocer que “Jirafa Ardiendo” de Salvador Dalí fue robada de la galería Dennis Rae Fine Art donde estaba exhibida junto a otras pinturas. Pero no ha sido sólo la pérdida lo que ha causado revuelo sino la forma en que el cuadro fue sustraído del lugar.
Gracias a las cámaras de seguridad del hotel Handlery, ubicado en la acera de enfrente (el sistema de grabación de la galería, misteriosamente estaba apagado) puede verse cómo un hombre sale con calma de la galería y camina por la calle con un maletín negro en el que se cree que lleva el lienzo.
Sobre lo sucedido, Rasjad Hopkins, director de la galería dijo que los hechos ocurrieron cerca de las 4:30 de la tarde, cuando él estaba trabajando solo en el lugar; en algún momento, el ladrón y aprovechó un descuido para retirar el cuadro del caballete en el que estaba exhibido, posteriormente guardarlo e irse con un botín valuado en 382 mil pesos (20 mil dólares).
La pieza robada es “Jirafa Ardiendo” (Burning Giraffe) que fue coloreada a mano por el auto en la década de los 60 y, aunque no es la más costosa de Dalí, sí es una de las más buscadas por sus características y peculiaridad.
La Galería Dennis Rae Fine Art mostraba una exhibición con 30 obras del pintor español, sin embargo, la sustraída era la de mayor valor económico.

Con información de RT y El Financiero.