¿Cuándo una relación deja de ser sana y positiva? Cuando uno o ambos dejan de respetarse, se celan por todo o se tratan de hacerse la vida imposible…
Lo más recomendable en este tipo de circunstancias es abandonar la relación. Pero si no quieres echar todo a la basura, te recomendamos seguir 8 pasos para mejorar la salud de tu relación.
1. Confiar el uno en el otro:
Dentro de una relación saludable no hacen falta tantas excusas, menos aún mentiras, ni pruebas... Sin duda, las buenas relaciones se basan en la confianza. Una relación sana se basa en la seguridad del vínculo que tienen ambos, y si llegaran a tener algún conflicto, saben cómo buscar la forma de solucionar o no los problemas, pero ante todo siendo sinceros.
2. No vayan demasiado rápido:
Todo lo bueno llega a su tiempo… El principio se aplica a cualquier pareja, si corres te caes, si gateas aprendes a caminar paso a paso. En una relación se debe vivir el presente y aprovecharlo al máximo, sin preocuparse tanto por el futuro de la misma. Si ambos confían en el otro, ¿qué necesidad hay de acelerar la marcha? El compromiso mutuo se dará de una manera natural, no porque haya transcurrido un tiempo determinado.
3. Hacer del otro alguien mejor:
La relación no los restringe, no los frena, no saca a relucir lo peor de ninguno de los dos. Por el contrario, la relación saca el mejor "yo" de cada uno, hace de los retos algo más fácil y los nutre de tanta energía que sienten que pueden “comerse el mundo”.
4. Aceptarse tal como son:
Si confían el uno en el otro, no debería haber nada de lo que no puedan hablar. Ambos se muestran tal cual son, sin miedos, y así son aceptados. En consecuencia, nunca dudarán en decir lo que sienten, en agradecer y en aceptar los errores cometidos cada vez que sea necesario.



5. Se apoyan el uno en el otro:
No hay un lado de la balanza soportando todo el peso, ni ninguno de los lados se ausenta para el otro. Un golpe puede acabar con uno, pero no puede acabar con dos, si el otro está ahí para sostenerlo.
6. Ambos cuentan con un espacio personal:
Pasar el tiempo juntos es importante, pero en ocasiones uno quiere estar solo y no hay nada de malo en ello, pues todos necesitamos tiempo para explorar y expresarnos como seres individuales que somos. Las parejas saludables reconocen este derecho en el otro y no lo avasallan. Nadie debería permitir ser “anulado” por los demás.
7. No quedan atrapados por los errores del pasado:
A veces por querer ser demasiado sinceros y no ocultar absolutamente nada, contamos todo el pasado a nuestras parejas, lo que puede causarles cierta inseguridad y al paso del tiempo llevarlos a un truene o a un desgaste. Las personas que viven una relación saludable tratan de evitar los reproches y los rencores. Comprenden que los errores no son más que oportunidades para aprender y no volver a caer en ellos. Es decir que los errores, si se saben aprovechar, no acaban con la pareja. Al contrario, hacen la relación más robusta y la inmunizan para futuros desafíos.
8. Aprecian los pequeños momentos:
No solamente ir a un restaurante caro o planear una megafiesta por cada aniversario son planes geniales; eso lo hace cualquiera, pero no necesariamente implican una conexión real entre ambos. El verdadero reto de una relación es transformar en especial y memorable cada instante compartido, cada mirada cómplice y cada sonrisa, todas únicas e irrepetibles
Después de leer estos 8 puntos, te será más fácil llevar una relación saludable o tratar de llevarla así. Recuerda que lo más importante es fortalecer los vínculos día a día.
Una pareja que se ama y se encuentra bien consolidada podrá resistir las distintas pruebas que la vida le presenta y salir victoriosa. Es normal que todas las parejas tambaleen en algún momento, lo importante es tener la fortaleza para no caerse.