En la actualidad se han conocido múltiples casos de animales envenenados y muchas veces las personas no saben cómo se debe actuar. Afortunadamente existen métodos que ayudan a contrarrestar los efectos, sin embargo, lo mejor siempre será la prevención.

La intoxicación de perros y gatos se puede dar de diferentes formas, ya sea por negligencia o descuido de sus propios dueños. Hay una gran cantidad de sustancias tóxicas que se encuentran en el hogar y que podrían afectar la salud de las mascotas.

Los raticidas contienen diversas sustancias como fosfuro de zinc, cumarínicos y anticoagulantes, los cuales pueden resultar letales para los animales. Fungicidas e insecticidas también pueden causar efectos nocivos, además de los analgésicos y antiinflamatorios.

Lo primero que se debe hacer si alguna mascota sufre de envenenamiento es asegurarse de conocer la sustancia causante. La persona que auxilie al animal deberá preservar su propia salud antes de poder actuar.

Si algún perro o gato ingiere alguna sustancia peligrosa como los insecticidas lo mejor será acudir con un experto. El pelaje de los animales muchas veces concentra partículas de estas sustancias, y estas a su vez se transmiten al contacto con la piel humana.

Otra recomendación es la constante supervisión en las mascotas cuando estén dentro del hogar, asegurándose que las sustancias se encuentren lejos de su alcance. Al salir a la calle es importante no perderlo de vista, pues los casos de envenenamiento suelen surgir por descuidos de los dueños.