Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) aseguran que el 30% de las crías de lobo marino de California del Pacífico mexicano y el Golfo de California, mueren en su primer año de vida.

De acuerdo a la investigación del IPN, la mortalidad en lobos marinos se debería al cambio climático y el calentamiento del océano pues provoca escasez de peces para su alimentación.

La situación de mortalidad en los lobos marinos es tan grave que el IPN ha pedido a los organismos gubernamentales mexicanos que modifiquen el estado de conservación.

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Es decir que ha pedido que se pase de preocupación menor en lobos marinos a ser una especie amenazada.

Lobo marino
Lobo marino (David Nieto / Unsplash)

Se han llevado los conteos de los lobos marinos en 13 colonias diferentes

La doctora Claudia Janetl Hernández Camacho, jefa del Laboratorio de Ecología de Pinnípedos ‘Burney L. Le Boeuf’ del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del IPN y su equipo, han sido quienes han llevado los conteos de los lobos marinos.

Esto en 13 colonias de reproducción de lobos marinos del Golfo de California y en ocho islas del Pacífico mexicano.

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Además, se estudian las variables del calentamiento global como: la contaminación, aumento de temperatura, concentración de clorofila para determinar la escasez de peces que los lobos marinos usan como alimento.

Entre ellos se encontró que el pez lagarto del Pacífico oriental, la anchoveta, el pez sapo cabezón, el pez serrano ojón y las merluzas son el principal alimento del lobo marino.

De acuerdo a los expertos del IPN, en el Pacífico mexicano existen alrededor de 52 mil mamíferos, es decir el 16% de la población mundial.

Mientras que, en el Golfo de California son entre 17 y 22 mil especies, es decir entre el 5 y 6% de la población mundial.

Lobo marino
Lobo marino (Bishnu Sarangi / Pixabay)

Se elaboraron tablas de supervivencia del lobo marino para determinar su mortandad

De acuerdo al estudio, los lobos marinos nacen, viven, se reproducen y mueren en las mismas colonias, comportamiento denominado como “fidelidad de sitio”.

Es decir que al lobo marino se le considera un centinela del ecosistema, por lo que se realizaron tablas de supervivencia: una de vida y otra de mortalidad por edad.

Revelando así que los lobos marinos recién nacidos mueren en el primer año de vida, aumentando su muerte por el cambio climático.

Las hembras por su parte, mueren a partir de los 22 o 23 años y los machos viven de 18 a 19 años en promedio.

Es decir que los lobos marinos machos representan una tabla de mortalidad del 35 al 38%, más que el de las crías de primer año.

Esto debido a que, al ser más grandes, los lobos marinos requieren mayor cantidad de alimento, lo que los obliga a ir más lejos de las loberas exponiéndose a depredadores.

Con información de CNN.