A lo largo de la historia se ha considerado que las personas que eligen tener por mascota a un gato son un tanto masoquistas, pues se cree que de estos animales no se puede obtener ni una pizca de amor o mimos, por el contrario, parece que sólo exigen atención cuando la desean o necesitan y nada más.

No obstante, la ciencia nos ha demostrado una vez más que estábamos equivocados, pues un reciente estudio liderado por Kristyn Vitale de la Universidad del Estado de Oregon, encontró que los felinos están mucho mas unidos a sus dueños de lo que habríamos imaginado.

“La mayoría de los gatos están unidos a sus dueños y representan una fuente de seguridad en ambientes desconocidos”. 

Kristyn Vitale

Para la investigación, se evaluó el comportamiento de gatos de entre tres y ocho meses de edad que entraron junto a sus humanos a una habitación totalmente desconocida para el animal; luego el dueño salió y posteriormente volvió a entrar.

Los resultados mostraron que la segunda vez que gato y dueño estuvieron juntos, el felino mostró una mayor tendencia a explorar sólo en las zonas cercanas al su figura de protección, es decir: la persona.

De entre todos los gatos, las investigadoras definieron dos tipos de apego: seguro e inseguro. Mientras los primeros comenzaron a explorar en cuanto su cuidador se acercó, los otros se mostraron demasiado aferrados a los humanos, aunque también en esta categoría se colocaron los que se alejan tras un episodio de estrés.

El experimento demostró que los gatos pueden generar un apego similar al de un perro e incluso, al de un bebé. Del total de gatitos analizados, el 65% mostró apego seguro, o sea que una vez que sus dueños entraron en la habitación, se sintieron lo suficientemente relajados como para poder continuar con la exploración.

Para terminar de derribar el mito, Vitale afirma que las habilidades sociales antes descritas, podrían ser clave para entender la larga historia de unión entre los humanos y los felinos. 

Con información de Current Biology.