De las 24 horas que tiene el día, los mexicanos con acceso a Internet pasamos alrededor de 8 navegando y una buena parte de ese tiempo está dedicado a las redes sociales; una porción de vida la pasamos viendo fotos de viajes y artículos de lujo en Instagram, noticias de nuevas relaciones o empleos en Facebook y uno que otro chiste hecho por gente muy popular en Twitter.

Resulta algo muy familiar, pero quizá no te has puesto a pensar en el hecho de que esto podría ser parte de tu estrés, ansiedad o depresión, pues, según explica Tal Ben-Shahar, reconocido doctor en Psicología y Filosofía por la Universidad de Harvard, todo lo que vemos en estas plataformas está relacionado con nuestra salud mental y emocional actual.

Ben-Shahar destaca que cada cosa que vemos en redes sociales refuerza la obsesión con ser felices todo el tiempo, y al mismo tiempo alimenta los sentimientos de frustración y el pensamiento de que “estamos haciendo todo mal”, ya que lo único que vemos entre nuestros contactos es dicha, éxito y felicidad.

Aunque el experto reconoce que hace 2 mil 500 años Aristóteles ya se preocupaba por la felicidad, en la actualidad esto se ha acentuado y se ha convertido en un tema recurrente para mucha gente debido a que “tenemos expectativas de vida irreales” y no alcanzarlas nos hace sentir infelices.

Además, al ser cuestionado por El País sobre por qué la gente ahora está mas insatisfecha que antes, Ben-Shahar explica que tiempo atrás, la única expectativa de los trabajadores era proveer alimento a su familia para sobrevivir; eso ha cambiado y ahora buscamos obtener más cosas, por eso sentimos que nada es suficiente.

Ser feliz siempre

Esconder, bloquear o negar sentimientos como la rabia, la tristeza o el miedo es una conducta más común de lo que podríamos imaginar, entre otras cosas porque, como ya dijimos, la gente intenta aparentar que siempre está feliz, sin embargo, el catedrático recuerda que también las emociones negativas son parte de la vida y “nos hacen falta”.

“No es posible estar siempre feliz”, sentencia el también director del Happiness Studies Academy. Según sus palabras, esta creencia deriva de la falta de educación emocional que nos impide aceptar y vivir todas nuestras emociones por miedo a ser juzgados.

Pero, piénsalo un poco, ¿de qué tratan la mayor parte de las cosas que compartes con tu red? En general se publican cosas que nos dan satisfacción, ya que esa es la imagen que queremos proyectar, y seguramente toda la gente que te rodea hace exactamente lo mismo, así que no te estreses sólo porque no vives las mismas cosas que los demás, al final, no sabes lo que puede estar detrás de la parte pública de cada realidad.

Con información de El País.