Los ventiladores mecánicos se han convertido en una pieza elemental para salvar las vidas de miles de personas en el mundo, pues como sabemos, el coronavirus afecta principalmente al sistema respiratorio de los pacientes con Covid-19. Una de ellas fue la doctora Carmen Valente Barbas, quien además, ayudó a crear uno de ellos. 

Barbas es una reconocida científica brasileña que ha dedicado gran parte de su carrera a investigar y desarrollar equipos de ventilación mecánica, pero quizá nunca imaginó que su trabajo, literalmente, le salvaría la vida. 

Desde 1998, la doctora Valente y su equipo han trabajado para mejorar los ventiladores, pues en el pasado, las personas que recibían esta clase de apoyo para respirar tenían una mayor probabilidad de morir que otros pacientes. 

Tras un largo trabajo, el equipo decidió empezar a hacer ajustes, entre ellos, ventilar a los pacientes con un volumen de corriente más bajo; así consiguieron reducir los fallecimientos en un 40%, y en la actualidad se ha reducido aun más. 

Por su trabajo, la doctora estaba en continuo contacto con pacientes de Covid-19, y el pasado 19 de marzo empezó a presentar síntomas como dolor de garganta, un poco de tos y "dolor corporal muy importante", además de cansancio. Pronto acudió a hacerse la prueba, pero como no tenía fiebre ni ni niveles bajos de oxígeno, tuvo problemas para conseguir la prueba. 

Finalmente, la prueba dio positivo  y su situación comenzó a empeorar hasa que tuvo que ser hospitalizada el día 27 del mismo mes. "La mañana del 29, me llevaron a la UCI y me intubaron porque tenía una insuficiencia respiratoria grave". 

De los cuidados de la doctora Carmen se encargó Gustavo Faissol Janot, quien fue uno de sus estudiante y luego su compañero de trabajo por 16 años, explica 20 Minutos.