En el Día Mundial del Síndrome de Down, Leticia Calderón agradece una vez más tener de hijo a Luciano, quien recientemente cumplió 19 años de edad, por lo que ya es un hombre independiente.

Y es que Leticia Calderón, de 54 años de edad, nunca imaginó que tendría un hijo con Síndrome de Down, pero además que éste la haría muy feliz.

Por lo que aprovecha el día para dedicarle a su hijo Luciano, un amoroso mensaje:

“Amor, llegaste a esta tierra para enseñarme que lo verdaderamente importante es sonreír y a vivir sin miedos. Ojalá todas las familias tuvieran un hijo como tú, serían intensamente felices y este mundo sería mejor. Te amo”

Leticia Calderón

Asimismo, Leticia Calderón comparte una serie de fotografías en las que aparece junto a Luciano. Ambos sonríen de las simplezas de la vida.

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Leticia Calderón no sabía qué era el Síndrome de Down

Actualmente, Leticia Calderón es una madre orgullosa de un hombre con Síndrome de Down; sin embargo, no siempre fue así, cuando Luciano llegó al mundo, la actriz sintió culpa.

En una vieja entrevista que Aurora Valle, de 54 años de edad, le realizó a la actriz de telenovelas, ésta confesó que no sabía que era el Síndrome de Down.

Por lo que cuando el doctor le dijo que su bebé nació con ritmo cardiaco bajo y que posiblemente tenía Síndrome de Down, se sintió culpable de darle a Juan Collado un hijo enfermo.

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Sobre todo porque ella no se drogaba, no tomaba y fumaba muy poco, por lo que se consideraba sana y dio por hecho que su bebé nacerá igual.

Cuando se enteró de la condición de Luciano, no supo bien cómo decirle a su marido, quien ya tenía hijos sanos.

Fue Juan Collado quien le dijo que su bebé estaba precioso y esas palabras quitaron la culpa y la motivaron para trabajar con su hijo desde sus tres meses de edad y entonces lo supo, él es un guerrero.

Leticia Calderón, Juan Collado e hijos

Ahora, Leticia Calderón está orgullosa de lo mucho que ha logrado Luciano a su edad, pues lo ha criado como un hombre independiente bajo el deseo de que pueda vivir solo.

Y, así, tener una vida sin limitaciones por el Síndrome de Down.