Si estás sufriendo por amor, debes seguir los sabios consejos de Mario Vargas Llosa, Nobel de literatura, quien esta semana cumplió 80 años a lado de su novia Isabel Preysler.

Su vida privada ha sido protagonista de diversos titulares de prensa rosa pero no sólo eso, este escritor peruano se ha caracterizado por llevar a sus 18 novelas un pedacito de su historia de vida adolescente. Ejemplo de ello La tía Julia y el escribidor (1977), donde el autor describe la historia de "Marito", un joven que sueña con ser escritor y que se enamora de su tía política, quien es divorciada y 14 años mayor que él: ambos deben enfrentan a su propia familia.

La historia real en la que se inspiró este relato, fue cuando Vargas Llosa se casó a los 19 años con la hermana de su tía política, una mujer diez años mayor que él. En este relato 

En La tía Julia y el escribidor el protagonista trabaja en una radioemisora en donde conoce a Pedro Camacho, narrador de radionovelas. Es de una de las conversaciones que estos personajes tienen en el libro de donde extrajimos esta "receta mágica" para superar una pena de amor.

1. Ni pienses en suicidarte. "En cuanto al suicidio, ya nadie aprecia el gesto. Uno se mata y en vez de remordimientos, escalofríos, admiración, provoca burlas".

2. Busca a alguien dispuesto a escuchar tu triste historia. "Me alegré de haberle hecho confidencias. Sabía que, como para Pedro Camacho no existía nadie fuera de él mismo, mi problema ya ni lo recordaba, había sido un mero dispositivo para poner en acción su sistema teorizante".

3. Olvídate del alcohol. "Oírlo (a Pedro Camacho) me consolaría más (y con menos consecuencias) que una borrachera".

4. Usa el poder hiriente de la palabra. "(Escríbele) una carta que la haga sentirse una lagartija sin entrañas, una hiena inmunda. Probándole que uno no es tonto, que conoce su traición, una carta que rezuma desprecio, que le dé conciencia de adúltera".

5. Ten cerca a tus verdaderos amigos. "(Pedro Camacho) calló, meditó un instante y, cambiando ligeramente de tono, me dio la mayor prueba de amistad que podía esperarse de él:- Si quiere, yo se la escribo".

6. Escribe un anónimo (dirigido "al seductor") "con todas las calumnias necesarias". "¿Por qué habría de quedarse aletargada la víctima mientras le crecen cuernos? ¿Por qué permitiría que los adúlteros se solacen fornicando? Hay que estropearles el amor, golpearlos donde les duela, envenenarlos de dudas. Que brote la desconfianza, que comiencen a mirarse con malos ojos, a odiarse. ¿Acaso no es dulce la venganza?".

7. Elimina el despecho, la frustración, la pena. "Para todo eso no hay como la leche de magnesia".

8. ¿Y la pena del corazón? "Un buen purgante fulmina la locura de amor".

9. Asegúrate de que quien te aconseje sea experto en el tema."-¿Ha tenido usted muchos amores, una vida sentimental muy rica? -le pregunté (a Pedro Camacho). -Muy rica, sí -asintió, mirándome a los ojos por sobre la taza de menta y yerbaluisa que se había llevado a la boca-. Pero yo no he amado nunca a una mujer de carne y hueso".

Con información de Garuyo.