Poco a poco nos hemos ido dando cuenta de que la forma en que hemos consumido en el último siglo se ha acabado al planeta a pasos agigantados, sin embargo, aún nos falta mucho por entender y aún más por hacer para siquiera conseguir frenar los problemas ambientales en los que nos hemos sumergido.

Uno de los materiales con los que más daño le hemos hecho al mundo es el plástico, sobre todo con las bolsas desechables que muchas veces se utilizan una sola vez antes de terminar en el bote de la basura de manera irremediable. Por eso, estos objetos han sido prohibidos en distintas ciudades, entre ellas la nuestra.

Ahora que no se regalan bolsas de plástico a diestra y siniestra, la gente a comenzado a buscar alternativas para transportar sus compras; las opciones más populares son las bolsas de papel y las de tela, pero quizá estás tampoco sean tan ecológicas como nos han hecho creer.

De acuerdo con un estudio de la Agencia Medioambiental de Reino Unido, para que una bolsa de plástico deje una huella menos perjudicial al planeta de lo que podría hacerlo la bolsa de papel, tiene que ser usada por lo menos tres veces. Desafortunadamente estos contenedores de cartón suelen deshacerse pronto y no dan oportunidad para ser usadas nuevamente.

Además, el químico Carlos Mayo del Río, del Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica explica que “la producción de papel contamina la atmósfera alrededor de un 70% más de lo que representa la fabricación de productos plásticos”

Con la bolsa de tela pasa algo similar, pues requiere de un elaborado proceso de fabricación y para ser menos nociva para el ambiente que una bolsa de plástico debe ser usada al menos 131 veces, algo que podría ser totalmente posible de conseguir.

Alba García, de Greenpeace detalla que la mejor opción que tenemos no es ir cambiando un material por otro sino modificar la forma en que consumimos y compramos cosas que no necesitamos.

"La bolsa de papel no es una alternativa sostenible al plástico. El asunto es otro: hay que acabar con la cultura del usar y tirar”

Alba García. Greenpeace