La Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) investigó los efectos de la masculinidad tóxica en el desarrollo psicológico de niños y adultos y presentó los resultados en un informe llamado "Pautas para la práctica psicológica con niños y hombres". 

Dicho documento confirma la existencia de una ideología de masculinidad tradicional vinculada con la homofobia, la misoginia, el estoicismo emocional y  la competitividad que pone en peligro el aprendizaje y futuro comportamiento de los niños.

"Criarlos bajo nociones restringidas de masculinidad con estándares que han prevalecido sobre grandes segmentos de la población puede influir en que los niños se enfoquen en conductas violentas como el acoso escolar, burlas a personas homosexuales y hostigamiento sexual", señala el profesor de psicología en la Universidad de Akron, Ronald F. Levant.

Asimismo, ya que no desarrollan comportamientos saludables, "generan una tensión de rol de género y conflicto de rol de género que afecta negativamente en la salud mental y física". Ello podría influir en sus relaciones personales, laborales e incluso con ellos mismos.