Gucci, marca italiana de renombre, es muy conocida por impactar y crear cosas nunca antes vistas en cuanto a estética en indumentaria, y esto fue lo que reflejó su último desfile en Milán para la semana de la moda.

La marca ofreció un espectáculo fuera de este mundo -literal- ya que presentó personajes estrafalarios, vestidos con colores brillantes. Unos parecían reyes del rap y otras princesas del bosque, mezclando miles de épocas y texturas en su desfile, ningún diseño pasó desapercibido.

Creada por el director artístico de la marca, Alessandro Michele, la colección mostró un mundo extraordinario de ciencia ficción, en el que cada atuendo tenía una historia o al menos te la podías imaginar mientras disfrutabas del espectáculo. Michele presentó vestidos de colores brillantes acompañados de miles de collares de todos los tamaños, chaquetas enormes, bordados, turbantes, gorros, bolsas en forma de cabeza con cabello y facciones reales, algunas modelos llevaban serpientes en sus manos… todo fue sorpresivo y digno de admirar.

El desfile se llevó a cabo en la sede de la marca en Milán, la cual transformaron en una sala de operaciones, las modelos desfilando al ritmo del latido de un corazón, y mesas de operaciones en el centro con luces neón.

Alessandro Michele tenía como objetivo jugar con  las ideas de identidad, y en el programa del show pusó una cita de el filósofo Michel Foucault que hablaba acerca de la identidad como forma de control social.

Realmente fue una pasarela digna del nombre que representa y Alessandro Michele supo exponer de la manera más creativa sus ideas.