Investigadores de la Arizona State University (ASU) buscan nuevas maneras de reducir riesgos, recibir diagnósticos tempranos, frenar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Para ello mantienen un enfoque multidisciplinario, con estudios en neurociencia, enfermería, ingeniería, patología del habla y antropología.

La Organización Mundial de la Salud estima que 57 millones de personas en todo el mundo padecen algún tipo de demencia, registrándose 10 millones de casos nuevos cada año.

En México, alrededor de 1.3 millones de personas viven con esta condición, cifra que podría alcanzar los 3.5 millones en 2050. El 70% de estos casos corresponden a la enfermedad de Alzheimer, el tipo de demencia más común.

La demencia afecta la capacidad de pensar, razonar, recordar y realizar actividades diarias. Aunque es una enfermedad común, un diagnóstico impacta severamente al individuo que la padece, así como a su familia y a toda su red de apoyo.

Los hallazgos de ASU sobre la enfermedad de Alzheimer

Científicos del Biodesign Institute proponen que los gránulos de estrés en las células del cerebro sabotean sus funciones.

Estos gránulos son agregados de proteína y ARN formados en respuesta al estrés celular. Pueden ser causados por mutaciones genéticas, inflamación, exposición a pesticidas, virus y contaminación del aire.

Normalmente, los gránulos protegen a la célula durante condiciones adversas y se disuelven cuando el peligro desaparece. Pero en personas con Alzheimer, estos gránulos permanecen, perturbando a largo plazo el sistema interno de transporte de la célula.

Factores ambientales y virus asociados al Alzheimer estudiados por ASU

El glifosato, ingrediente activo de muchos herbicidas, puede cruzar la barrera hematoencefálica, interactuando con células cerebrales. Estudios en ratones mostraron que incluso dosis bajas causan inflamación cerebral y síntomas similares al Alzheimer, con efectos prolongados.

ASU también encontró vínculos entre los virus del herpes y el Alzheimer. El citomegalovirus (CMV) puede persistir en el intestino y viajar al cerebro a través del nervio vago, alterando el sistema inmunológico y contribuyendo a cambios asociados con la enfermedad.

En un estudio con 944 cerebros de donantes, los individuos con Alzheimer presentaron mayores cantidades de HHV-6A y HHV-7, tipos de herpes comunes a nivel mundial, generalmente sin síntomas.

La Arizona State University (ASU) realiza importantes avances en el estudio del Alzheimer.

Inteligencia artificial para acelerar la investigación

La inteligencia artificial (IA) también juega un papel importante en el estudio del Alzheimer. En primera instancia ayuda a armonizar escaneos PET realizados con distintos trazadores, lo que permite comparar con mayor precisión cómo fármacos como lecanemab actúan sobre las placas amiloides.

Otro proyecto usa IA y aprendizaje profundo para predecir la edad biológica a partir de imágenes cerebrales por MRI, detectando posibles signos tempranos de enfermedad neurodegenerativa.

El equipo también capacita a estudiantes de doctorado en el desarrollo de herramientas de IA para mejorar la vida de personas con Alzheimer, en colaboración con proveedores de salud e instituciones de investigación y la comunidad de adultos mayores Mirabella en ASU.

Estrategias para prevenir el Alzheimer identificadas por ASU

Estudios de ASU vinculan bajos niveles de colina con el Alzheimer. El uso de suplementos de colina a lo largo de la vida redujo la inflamación cerebral en ratones, ofreciendo un camino seguro y económico si se replican resultados en humanos.

Por otra parte, un ensayo piloto con 96 adultos mayores mostró que el ejercicio aeróbico durante seis meses reduce significativamente el deterioro cognitivo. Las bicicletas estáticas reclinadas son recomendadas para quienes tienen movilidad limitada o Alzheimer temprano.

En tanto, los cambios sutiles en el habla también podrían indicar riesgos de presentar Alzheimer, Parkinson y ELA, por ello, investigadores del College of Health Solutions desarrollaron tecnología no invasiva para detectar estos cambios sutiles.

El software, reconocido como Dispositivo Revolucionario (Breakthrough Device) por la FDA, permitió detectar signos de deterioro cognitivo y motor en figuras como Ronald Reagan y Muhammad Ali años antes de sus diagnósticos oficiales.

La Arizona State University (ASU) realiza importantes avances en el estudio del Alzheimer.

Apoyo a pacientes y cuidadores

El Centro Roybal con ayuda de la Facultad Edson ayuda a adultos mayores a mantener su independencia ante el declive cognitivo. Entre sus programas:

  • I-PASS: fomenta actividad física, participación social y manejo del estrés.
  • EPIC-LA: ayuda a planificar la vida de personas que viven solas con declive cognitivo.
  • CarePRO y CarePRO LTC: apoyan el bienestar de cuidadores familiares y la gestión de cuidados a largo plazo.

Aprendiendo de quienes no desarrollan Alzheimer

Estudios en poblaciones indígenas de Bolivia (Tsimané y Mosetén) muestran tasas muy bajas de demencia y menor pérdida de volumen cerebral al envejecer.

Estos grupos mantienen corazones saludables, baja presión arterial, baja incidencia de diabetes y obesidad, gracias a un estilo de vida basado en actividad física, pesca, recolección y agricultura, aunque con alta exposición a patógenos.

Los investigadores destacan la importancia de observar poblaciones diversas, no solo de países industrializados, para entender el envejecimiento saludable.