Desde que decidió separarse de Lorenzo Méndez, Chiquis Rivera ha derramado lágrimas en silencio, la propia contó a la revista People en Español lo difícil que ha sido su proceso así como admite que le han quedado heridas profundas de las que debe aprender.

“Me case para estar casada toda la vida. No funcionó y eso me trae mucha tristeza”, asegura y recuerda haber llorado toda la noche una vez que hizo pública su separación a través de redes sociales. Estaba tan deprimida que por un momento se olvidó de su nominación en los Latin Grammy.

La hija de Jenni Rivera fue nominada en la categoría Álbum de Música Banda. Aunque la vimos fuerte y feliz por su logró, su alegría no era completa: “Me había dormido triste y me desperté llorando pero de alegría”, cuenta.

Contrario a hundirse, Chiquis veía su nominación como una luz al final del túnel. “Ha sido muy difícil que uno tenga que pasar por un divorcio y hacerlo delante del mundo y luego con las críticas y todo ¡imagínate! Estoy tranquila porque sé quien soy y sé lo que hice en esa relación”, insiste. Pero ¿qué fue lo que acabó con su matrimonio?

La cantante se mantiene firme, hay cosas de su relación con Lorenzo Méndez que no sacará a la luz; sin embargo, le duele que él esté haciendo lo contrario: "Lo más difícil es que esto que era algo tan privado y algo tan sagrado (que para mí era tan bonito) esté expuesto, que él haya dado una entrevista, eso sí me dolió mucho”.

De esta ruptura le quedan aprendizajes, considerándose una mujer muy entregada se promete ser más cautelosa en su relaciones. “Quiero guardarme un poco más. Tengo muchas cosas que sanar. Tengo que estar emocionalmente... Ser más astuta y no darlo todo tan rápido”.

Finalmente asegura que aunque extraña mucho a Victoria, hija de Lorenzo Méndez, e incluso a él, no habrá reconciliación: “Te lo digo con el corazón en la mano y me duele tanto decirlo pero después de lo que ha pasado…no hay vuelta atrás”. Hoy toca trabajar en sus heridas y enfocarse en nuevos proyectos.