Antonio Banderas ha tomado el camino que cualquier cincuentón en Hollywood recorre sin remordimiento: entregarse en su totalidad a proyectos de acción sin sentido ni razón de existir.

Isaac Florence, conocido por su trabajo en películas de acción que sólo ven la luz en video nunca en cines, crea un trabajo que hace honor a su trayectoria como realizador. Esta vez se cuenta la historia de Frank Valera (Banderas), un abogado defensor demasiado enfrascado en su oficio al punto de olvidar el recital de su pequeña hija. Ese día llega a casa solo para encontrar un lugar vacío, las malas noticias llegan y recibe la visita inesperada de agentes de la policía; su esposa e hija está muertas, sin sospechosos, el caso es cerrado y Frank cae en la perdición, alcoholismo y peleas ilegales lo envuelven, pero un día el destino vuelve a sorprenderlo, ahora le toca rescatar a una prostituta adolescente... La iluminación ha llegado en la forma de un libro de autoayuda, entonces Frank decide tomar las riendas y comienza peregrinaje de venganza, primero con un voto de silencio y segundo estudiar artes marciales para lograr su objetivo.

Con esta premisa nos llevan a un viaje que raya en lo absurdo y ridículo. Todas las coreografías son montadas por el veterano Tim Man que de igual forma hace una aparición.

Banderas se entrega totalmente en este proyecto, a pesar de la premisa de cinco pesos, las secuencias de acción son excelentemente montadas para el disfrute de la audiencia conocedora de este subgénero Macho-alpha.

Actos de venganza no niega la etiqueta video home con aspiraciones, pero es Banderas y su entrega al proyecto lo que hace que avance la cinta.