A sólo unos días de celebrar la Navidad, la revista de moda Vogue Latinoamérica, en conjunto con la firma italiana de productos de lujo, Gucci, lanzaron la campaña "Bajo un mismo techo", donde participa Samantha Flores, una activista trans mexicana que fundó el primer refugio para adultos mayores de la población LGBTI.

"Bajo un mismo techo" cuenta en video la historia de una familia que se une por lazos que van más allá de la sangre, pues esta celebra la diversidad con integrantes que poseen una identidad única que se aleja de las normas y prejuicios obsoletos. El nombre está inspirado en la idea de que cuando la diversidad vive en un mismo espacio, es posible avanzar hacia el futuro.

Una de las protagonistas, Samantha Flores, de 88 años de edad, creó la asociación civil "Laetus Vitae Vida Alegre", un espacio de inclusión donde se reúnen personas de diversas edades y preferencias sexuales que en un principio se conoció como el primer refugio de adultos mayores LGBTI.

"No podemos prescindir de nuestras raíces... Una cosa es el amor que tengan por ti como familia, y otra cosa es que entiendan tu identidad"

Samantha Flores, activista trans.

Como parte de la campaña, la activista trans comentó para Vogue Latinoamérica que en la vida tenemos dos estirpes: aquella con la que nacemos, y la que escogemos a largo de nuestra vida; esa que celebra nuestra identidad sin reproches, que nos acepta con todos nuestros defectos y virtudes, y que no le importa si somos diferentes.

Otros participantes de "Bajo un mismo techo"

A ella la acompañan Andi Silva Vegas, modelo con herencia indígena; Magdaleno Delgado, un modelo no binario popular en la industria de la moda, y Zeta Garza, quien busca dejar una huella que "desafíe las normas sociales y ayude a borrar las divisiones que nos separan, celebrando así, nuestra propia diversidad".

Todos ellos piensan que hoy en día la familia mexicana va más allá de los lazos de sangre, pues ahora se une para derribar los prejuicios y la discriminación, aceptando que existen amigos y compañeros que forman una segunda familia con valores importantes para Vogue, como la diversidad, la audacia, la rebeldía ante los manifiestos caducos, y la celebración de tu propia identidad.