La gente en redes sociales no se ha quedado callada ante la postura indiscutiblemente transfóbica con la que recientemente se ha definido J.K. Rowlling, famosa por crear a Harry Potter y todo el universo que gira en torno a él. Y es que la escritora apoyó en Twitter a Maya Forstater.

Hace unos meses, cuando Reino Unido estaba trabajando para garantizar el derecho a la identidad de las personas trans, Forstater fue separada de su puesto de trabajo tras publicar mensajes de odio en contra de ello; bajo este contexto, Rowling escribió: “Vístete como quieras, (...) pero no obligues a un mujer a dejar su trabajo por no creer que ‘este sexo es real’”

Las respuestas para la escritora británica, que hasta el momento se mantuvo entre las favoritas del público, han ido y venido en todos los sentidos. En general, la opinión pública se ha encargado de hacerle ver el daño que sus comentarios respaldando una postura transfóbica  podrían causar en las personas más jóvenes que están en momentos cruciales para definir su identidad y personalidad.

Entre todos, hay uno que salta a la vista, pues, como se dice coloquialmente, le ha dado "una cucharada de su propio chocolate"; lejos de los insultos y de los hechos científicos y sociales, Raúl Uribe, se dio a la tarea de imaginar un nuevo capítulo en la historia del famoso mago, uno donde “las cosas están cambiando” y una estudiante asume su identidad de género al iniciar un nuevo ciclo escolar en Hogwarts.

Uribe narra una breve escena en la que el profesor Neville Longbottom acude desconcertado a hablar con la Profesora Minerva McGonagall sobre un alumno que ha comenzado a usar falda en lugar de pantalones. La directora simplemente responde que ha sido ella la que le facilitó la prenda.

El acto no sólo queda en la vestimenta, McGonagall defiende el derecho de su estudiante a ser identificada como mujer y ser llamada Britney, nombre que eligió de acuerdo a su identidad. 

Además, la admirada docente admite que está dispuesta a pelear con el Ministerio si es necesario y solicita a Longbottom que envíe una lechuza a la ministra Granger para informarle del cambio y así evitar posibles problemas con la documentación de la alumna.

Así respoden a la transfobia de J.K. Rowling
Así responde a la transfobia de J.K. Rowling.