Lily Carollo es ahora prácticamente una mujer gracias a que hace poco tiempo se sometió a una cirugía de reasignación genital.

De este modo, los médicos lograron que en lugar de un pene, Lily tuviera una vagina. Pero, y pese a que se preparó para ello, no se imaginaba lo que tendría que afrontar.

"Mi terapia antes de la operación no me ayudó para darme cuenta de lo extraordinariamente difícil que sería recuperarse", comentó la chica en su cuenta de Twitter. Y agregó:

"El estrés de ser incapaz de comer alimentos sólidos durante una semana y media, la sensación de impotencia de ser estar postrada en la cama y no poder caminar normalmente durante semanas estaban acaban conmigo".

Además de las secuelas de la cirugía, Lily debía soportar los comentarios negativos por varias personas que la rodeaban.

"La transición es de lo más difícil que alguien tiene que atravesar. Mi vagina no me desagrada, pero tengo que admitir que no me gusta como debería", concluyó.

Con información de Metro.