Como bien se sabe, además de las cintas nominadas a la premiación, el Festival de Cannes proyecta cada año una selección de películas destacadas por su contenido y realización; este es el caso de Rafiki (Amiga), de la directora Wanuri Kahiu. 

Rafiki es una historia de amor sobre Kena y Ziki quienes viven en Nairobi. Debido a la rivalidad política que hay entre sus padres, la simple idea de una amistad resulta improbable para ellas.

Kena y Ziki viven vidas muy diferentes; Kena trabaja en la tienda de su padre y espera el inicio de sus estudios en la escuela de enfermería; Ziki pasa los días inventando rutinas de baile con sus amigas.

Sus caminos se cruzan cuando sus padres se enfrentan por puestos en la Asamblea del Condado.

Ellas se sienten atraídas entre sí y pronto su interés crece hasta llevarlas a encontrar la manera de amarse a pesar de la mirada siempre vigilante del vecindario y los sentimientos homofóbicos de su comunidad.

Sin embargo, una vez que sus familia y comunidades las descubren, Kena y Ziki deben elegir entre lo que sienten y lo que otros esperan que hagan.

Con respecto al ambiente político actual al que se enfrentas las poblaciones LGBTI en el mundo, los creadores de Rafiki declara: "Hacer una película sobre dos mujeres enamoradas, ambientada en Kenia, significa desafiar la ideología profundamente arraigada sobre las relaciones entre personas del mismo sexo. "

"Durante los últimos 5 años de desarrollo de este guión y proyecto, hemos visto avances preocupantes en el clima anti-LGBTI en el este de África", dicen con respecto al impulso de leyes que promueven el odio en países como Uganda.