La Universidad de Texas realizó un estudio en adolescentes y jóvenes transgénero y, uno de los hallazgos que más sorprendió a los especialistas podría no parecer gran cosa pero lo es.
Según las conclusiones de los autores, el hecho de que los jóvenes y adolescentes trans sean tratados por el nombre que eligieron de acuerdo a su su identidad de género disminuye drásticamente los cuadros depresivos, pensamientos suicidas e, incluso, los intentos de suicido en ellos.
El estudio fue dirigido por el profesor Stephen T. Russell, titular del departamento de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia de la Universidad de Texas, con sede en Austin, y se publicó en la revista Journal of Adolescent Health.
Los investigadores entrevistaron a 129 jóvenes transgénero, de entre 15 y 21 años; de tres zonas geográficas distintas. El profesor Russell destaca que la muestra "es étnica y geográficamente diversa de manera remarcable, y también diversa en términos de clases sociales".
Uno de los descubrimientos que más impactó al equipo investigador se refiere al respeto que el entorno le da al nombre elegido por adolescentes y jóvenes transgénero.
A los entrevistados se les preguntó si podían usar su nombre en la escuela, en su casa, en el trabajo o con sus amigos. Entre quienes podían utilizar su nombre en estos entornos había un 71% menos de casos de depresión severa, un 34% menos de casos reportados de pensamientos suicidas y un 65% menos de casos de intentos de suicidio.
Según lo declarado por Russell, lo más sensato es apoyar a los jóvenes en el uso de su nombre elegido pues es respetuoso y apropiado para su desarrollo.
El año pasado, el mismo grupo realizó un estudio que estableció que el porcentaje de jóvenes transgénero con ideas suicidas duplicaba el de la población general y cuadriplicaba su propensión a consumir drogas.
Con información de Dos Manzanas