En pleno 2020, en México, una pareja gay sufrió un episodio de homofobia en un autobús de servicio público, luego de que se dieran un beso y el conductor decidiera agredirlos por el simple hecho de que no le pareció la muestra de afecto dentro del vehículo.

Sucedió el pasado 8 de febrero en Guadalajara; un joven identificado como Martín Zapién y su novio viajaban en un camión del Sistema integrado de Transporte (SITRAN) en la Ruta “18 de marzo”, cuando el operador de la unidad les dijo que no podían irse besando. Ante el intento de amedrentarlos, los hombres se acercaron al agresor y le pidieron que confirmara lo que antes había dicho.

“Aquí no pueden irse besando”, reafirmó el conductor. Enseguida, Zapién le cuestiona si está actuando con sustento en alguna ley o en su propia ideología y él afirma sin tapujos que lo hace “de acuerdo a lo que piensa”.

La pareja descendió del automotor para grabar los datos necesarios para levantar la denuncia luego de que el agresor les dijera que se fueran a “hacer sus cosas”. En el video puede verse cómo ellos nuevamente se acercan a la puerta para filmar al conductor y este, al ver la cámara, lanza un grito que termina con la palabra “maricón”.

En la descripción del video publicado en Facebook, Martìn agregó que durante el trayecto, el chofer frenaba y aceleraba repetidamente con la aparente intención de evitar que él y su novio pudieran besarse o mantenerse cerca, y que estos movimientos causaron lesiones en ellos.

¿Darse un simple y sencillo beso en público entre dos hombres es una falta de respeto?, ¿y si fuera entre un hombre y una mujer?” 

Martín Zapién