La pandemia de coronavirus obligó a las ligas de futbol en el mundo a cancelar definitivamente sus torneos, pero hay otros casos de un regreso a la nueva normalidad. Así es el caso de la Superliga de Dinamarca, que retomó sus actividades con el primer encuentro de la jornada 21.

Los clubes AGF Aarhus y Randers se enfrentaron el pasado jueves con el duelo que iniciaba la fecha 21 de la temporada. El encuentro terminó con empate de 1-1 para que los locales escalaran al cuarto lugar de la tabla, pero lo que más llamó en aquel partido no fue el resultado.

Como una alternativa para que las personas vuelvan a los estadios, el AGF instaló pantallas en las gradas del estadio Ceres Park. El equipo danés seleccionó previamente a sus aficionados que se conectaron a través de Zoom para seguir el partido desde sus hogares.

En las pantallas del estadio aparecieron decenas de aficionados que siguieron el encuentro de su club ante el Randers. El AGF permitió a los seguidores ingerir bebidas alcohólicas, pero advirtió que habría sanciones para aquellos que insultaran o se comportaran de manera inadecuada.

Aunque la idea del club danés sorprendió a miles de personas, muchos aseguraron que el ambiente no era el idóneo. En República Checa y Alemania han ocurrido casos similares con autocinemas que transmiten los partidos y aficionados de cartón en las gradas.