Cuando el árbitro Philippe Kalt buscaba en su bolsillo la tarjeta roja para expulsar al portero del Guingamp, Mamadou Samassa, en el minuto 89 del partido de la primera división francesa en Montpellier. El defensor de Costa Marfil Benjamin Angoua se interpuso en el camino del colegiado para evitar que expulsara a su compañero. 

Angoua intentó, sin suerte, quitar la tarjeta roja de las manos del colegiado que acabó expulsando al portero del Guingamp, equipo que perdió 2 a 1.