Claro partido para el Atlético de Madrid, que llegó al descanso con un claro 2-0 a favor, que pudo ser más amplio sin la buena actuación del meta kazajo Eric. El los primeros 15 minutos el Astana intentó sorprender con un fútbol directo, pero fue incapaz de crear peligro ante Oblak. Después, sobre todo tras el primer gol de Saúl Ñíguez, desapareció del campo y el Atlético se ha convertido en dueño y señor del partido. Dificilmente se le puede escapar el partido a los hombres de Simeone ante un equipo que sólo tiene tres jugadores de campo la banca.