No cabe duda de que el Club América es el equipo más grande de México y uno de los más importantes e históricos del continente. La prueba de ello está en los campeonatos obtenidos, pero también en las exigencias que se ponen torneo a torneo, situación que Emilio Azcárraga Jean dejó más que claro.

En el marco del inicio de los festejos por el 103 aniversario y los 60 años como propiedad de la familia Azcárraga, el dueño de las Águilas aseguró que América no salva la temporada ganando Clásicos sino levantando campeonatos.

"En esta casa no se salva la temporada ganando Clásicos, se salva la temporada ganando títulos”. <br>

Emilio Azcárraga Jean 

Sobre el mes que el equipo dirigido por Miguel Herrera tiene sin ganar, el mandamás de las Águilas señaló que ha sido una temporada complicada con salidas y lesiones de jugadores importantes; no obstante, aseguró que en un equipo como América no existen los pretextos. 

“Concuerdo con Miguel Herrera, que es un mes de no haber perdido; entonces, creo que hemos tenido una campaña complicada desde el principio con salidas importantes de jugadores, las llegadas, las lesiones. Sin embargo, el América no puede tener excusas, el América tiene que ganar todo, no tiene que salir a ganar a Guadalajara, tiene que ganarle a todos, evidentemente calificar a la Liguilla y ser Campeón. La exigencia es campeonar, tenemos que ser y seguir siendo el más grande”. <br>

La historia de la familia Azcárraga en América se remonta al 22 de julio de 1959, cuando Emilio Azcárraga Milmo adquirió al Club América con la intención de tener al equipo más querido y odiado de todo México.

El equipo, producto de la unión entre dos equipos de jóvenes del colegio marista La Perpetua y los del colegio Mascarones el 12 de octubre de 1916, pertenecía al empresario Isaac Bessudo.

Bessudo, propietario de la embotelladora Jarritos, tenía una deuda con Azcárraga Milmo, misma que saldó al venderle al Club América por 425 mil pesos, de acuerdo a información de El Universal.

La primera orden de ‘El Tigre’ fue poner a Guillermo Cañedo de la Bárcena como presidente del club, dándole una instrucción muy clara: América tenía que ser un equipo amado y odiado por los aficionados.

Emilio Azcárraga Jean, propietario del América

Desde entonces, la instrucción de Azcárraga Milmo se mantiene vigente, pues no hay duda alguna de que el América genera todo tipo de sentimientos por los aficionados del futbol mexicano.