Las palabras están bien, pero a veces son vanas y no bastan. Llega un momento en que ciertas personas no quieren escucharle. - ¿Qué se debe hacer entonces? -Agarrarlos por el cuello y presionar con el codo en su garganta. Con fuerza. - ¿Para qué? -Para estrangularlos. Cuando las palabras no basten, reparta algunos puñetazos.<br><br>

'La verdad sobre el caso Harry Quebert' (2012), Joël Dicker

Yo no analizo jamás, me limito a reaccionar...Yo ando con todos mis prejuicios. Jamás intento mejorarme o aprender algo. No soy uno que aprende, soy uno que evita. <br>Lo que más me gusta es rascarme los sobacos <br>

(1982) Charles Bukowski

Ten el coraje de actuar en lugar de reaccionar.<br>

Oliver Wendell Holmes

La popularidad es irrelevante

No sé si la sucesión de hechos de violencia que han ocurrido en México en fechas recientes, y que culmina con la matanza en Sonora de integrantes de la familia LeBarón (más lo que se acumule en las próximas horas, diría Ciro Gómez Leyva), finalmente comience a mermar los niveles de popularidad y aprobación de AMLO (cosa que no ha sucedido hasta ahora). El hecho es que al propio mandatario cada vez le resulta más evidente que eso es (será) irrelevante si la escalada de violencia en el país continúa en ascenso.

Dicho de otro modo, el efecto teflón en la popularidad de López Obrador no es suficiente para evitar que esta administración tenga que reaccionar y tomar importantes nuevas decisiones. Así, por lo pronto, el presidente tendrá que hacer a un lado el argumento de que el pueblo lo apoya y de todas maneras tendrá que dar respuesta al problema creciente de inseguridad.

Presidencia acorralada 

Como señalé en mi última contribución en este espacio, probablemente los terribles eventos de estas últimas semanas, que tuvieron un inicio con el asesinato de policías en Aguillila, Michoacán, tienen a López Obrador acorralado

Una fiera en política, como sin duda ha demostrado ser el presidente en más de una ocasión, responde de distintas maneras al sentirse presionado y en dificultades. Por lo mismo, lo que resulta de interés es adelantarse y analizar los posibles escenarios de reacción por parte de la administración federal.

Surgen críticos

Pero antes de pasar a discutir el punto anterior, es importante señalar que a la situación de presión y evidente incomodidad a la que se ve sometido el presidente se suman voces que antes no había (o bien lo apoyaban contundentemente o al menos no lo criticaban abiertamente).

Por ejemplo los recientes posicionamientos dados a conocer por el actor mexicano Gael García, el líder y representante social, Javier Sicilia, y la comunidad norteamericana en general.

En esto último no me refiero solo a Donald Trump, que en un caso y en los otros también, ha criticado a su homólogo mexicano, sino a gran parte de las cámaras legislativas, empresarios y población estadounidense. 

Todo ello, además de la presión por parte de amplios sectores de la población, encarece el que AMLO no reaccione y, a la vez, restringe las opciones.

Reacciones y consecuencias

En mi opinión hay tres tipos de respuesta a la mano, aunque, claro, dependerá del diagnóstico que él y su equipo hagan. Habría, naturalmente, ganadores y perdedores  dependiendo de la reacción.

-Un manotazo demostración y determinar cambios en el gabinete. ¿Saldrá Alfonso Durazo y/o Olga Sánchez Cordero? ¿Llegará Marcelo Ebrard a relevarlos? ¿Volverán a unificarse dichas secretarías, Gobernación y Seguridad? Por lo pronto, muy interesante que haya sido el canciller el que acompañó al secretario de la Marina a reconocer el lugar de los hechos de la matanza de Sonora.

-Un cambio de estrategia de seguridad. Como se podrá apreciar, no necesariamente se trata de una reacción independiente de la primera respuesta aquí mencionada. ¿Sería atendiendo a las presiones norteamericanas más que a las nacionales? ¿Sería que los datos e información con la que cuenta presidencia orillan a esta solución? 

-Nuevamente, independientemente de realizar o no lo anterior, insistir en encontrar, desarticular y exponer al grupo que supuestamente desestabiliza al gobierno mexicano. De hallarse entre ellos elementos que forman parte del gabinete, estos serían expuestos ante la ciudadanía y removidos. 

Lo verdaderamente preocupante —y AMLO lo sabe—es que ninguna de las alternativas garantiza que la oleada de violencia termine. Eso y mucho más se ha probado ya, sin grandes resultados.