No hace falta ser adivino para saber cual será la sentencia del Tribunal Electoral respecto de la elección presidencial del pasado 1 de julio, el regreso del PRI es inminente. No serán las instituciones quienes cambien la historia de este país. Es evidente que las instituciones están al servicio del sistema.

El linchamiento mediático y los fuertes cuestionamientos hacia AMLO no han cesado desde el día después de la elección, los que ayer se paseaban en el tren lopezobradorista hoy saltan para cuidar sus “huesos” y la cartera, medios y columnistas convertidos en jueces dictando diariamente sentencias definitorias respecto de la elección presidencial, defensores del próximo presidente que salen hasta por debajo de las piedras usan la diatriba como su mejor arma. Todos se ocupan de exhibir los errores de AMLO casi nadie de investigar los flujos del dinero en la campaña del PRI.

Del otro lado tenemos a la izquierda, unida de dientes para fuera pero dividida en la realidad, de un lado los que luchan por la regeneración del país y del otro los chambistas y los oportunistas, los que se reparten desde ya el gran pastel que ganaron el 1 de julio, que incluye presupuesto e infinidad de puestos. La izquierda ha presentado según ellos cientos de pruebas, las mas contundentes son las que tienen que ver con el caso Monex, las empresas fachada y el seguimiento a la ruta del dinero, lo demás forma parte de la parafernalia electoral o acaso solo el PRI regala playeras, bolsas para mandado y/o gorras y despensas.

El llanto de Marcelo, (no Ebrard, seguro él está muy feliz) el jugador del Real Madrid es la imagen que llevo grabada de la histórica victoria de la selección mexicana, el futbol que hasta el sábado pasado había tenido una historia llena de fracasos y amarguras por fin le regalo a sus millones de seguidores una satisfacción. Las estrellas brasileñas se vieron opacadas por la voluntad, la mentalidad de triunfo y el estilo de juego compacto y solido del equipo mexicano, la derrota le dolió al mismo rey Pelé, su egoísmo y pequeñez fuera de la cancha lo evidenció al escribir que no siempre el mejor equipo es el que gana.

Tampoco debemos olvidar a los atletas que sin tantos reflectores y menos recursos que los futbolistas lograron medallas y también a los que se metieron a las finales.

Sí al TRI no al PRI, eso leí en las redes sociales.

Nos vemos pronto.