Son actores políticos, parte del movimiento democrático y de protesta contra el sistema, los tres han ejercido el poder en niveles diferentes y en momentos varios o periodos distintos, son tres personas distintas y un solo poder verdadero, la política y la concepción y definición de un México diferente. Así han afrontado sus responsabilidades públicas y cada quien a su estilo ha ejercido el poder. Un dato es necesario destacar, los tres tienen sus orígenes en el PRI y son esencia de la disidencia contra el sistema y los tres han encontrado su espacio en el movimiento democrático, progresista y cohesionado con fuerzas de las diversas izquierdas del país.

Cabe señalar que el dogma de  la concepción cristiana nos habla de "La Santísima Trinidad" o del  Padre, el hijo y el espíritu santo. Por otro lado, de la película se hace una sinopsis que dice: "...este trío de vaqueros de la época western se encuentran en la búsqueda de un tesoro que para ser encontrado necesita de la colaboración de los tres, debido a que cada uno conoce una parte del camino para llegar a él, el problema es que ninguno de ellos está dispuesto a compartir el contenido del tesoro con el resto, por lo que, se enfrentarán entre ellos y vivirán una gran aventura en este gran clásico del cine, donde podemos ver que no hay un héroe, en su lugar, vemos a tres hombres en la búsqueda de un mejor futuro, que están dispuestos a hacer cualquier cosa por conseguir lo que se han propuesto". (Revista, Ejemplo de Cine Western).

Con los tres nos ha tocado colaborar en los proyectos y tareas políticas y también en algunas responsabilidades de gobierno, se puede decir que para bien o para mal, conocemos sus estilos y sus formas de ejercer el poder y la manera y el trato con que se dirigen a sus aliados o colaboradores. También los hemos escuchado en privado, en las conferencias o en los discursos de la plaza pública, por otro lado los hemos leído y de una u otra forma podemos deducir maneras, ideas, objetivos y visión de estado o de país. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Marcelo Ebrard Casaubón (MEC) y Ricardo Monreal Ávila (RMA) están hoy - aunque algunos no quieran- en el escenario de la política nacional mexicana y en mayor o menor medida, cada uno actúa  en los espacios de poder que actualmente ostentan o que la sociedad les ha asignado, todo ello en función de su trabajo, convicciones, esfuerzo y trabajo de equipos, colegiados, de partidos, movimientos o alianzas.

La circunstancia en política existe y los hechos son datos que provienen de lo realmente existente. En política no hay matrimonios perfectos y tampoco acuerdos permanentes. Todo cambia y se mueve, por eso la dialéctica es esencial en el análisis de cualquier sistema o sociedad. El movimiento es perpetuo, pues.

Los tres (AMLO, MEC y RMA) han caminado juntos y hay que señalar que han tenido grandes coincidencias y han trabajado unidos para alcanzar objetivos propuestos, pero también hay divergencias sobre temas específicos , aunque en lo general los tres han contribuido de manera concreta a establecer nuevos escenarios y a combatir a la mafia del poder. Está claro que han sido objeto de críticas y denostaciones, pero también de reconocimientos y son parte de los cambios que ha vivido la Ciudad de México y el país en general. Entonces, sí hay esas coincidencias - que no sumisiones- cabe preguntarse ¿por qué no el acuerdo y el diálogo? ¿Para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo? ¿El orgullo y la egolatría importan más que el cambio democrático y la conquista de la presidencia y el gobierno federal? ¿Pueden o deben y tienen las ganas de ponerse de acuerdo? Estás líneas las escribo, después de que he conversado con muchos amigos de la política y líderes varios, pero también por las preguntas que de manera constante me hace la gente en donde me encuentran y yo respondo lo que creo prudente y pertinente, siempre con ánimo constructivo y de suma, jamás de intolerancia o descalificación.

Hoy México reclama el cambio, si los tres no quieren, pues nosotros, los millones  lo queremos y esos millones de agraviados sí podemos ponernos de acuerdo. ¿Está claro?

AMLO y MEC ya tienen grandes acercamientos e incluso hay actividades comunes y tareas que han convenido en los últimos dos meses - o antes- y mantienen una comunicación permanente, para mí MEC es ya un activo en la pluralidad que debe formar Morena y me agrada su integración, es amigo y sabe sumar. RMA definirá sus escenarios y tomará decisiones en los próximos días, posiblemente presente licencia al cargo de Jefe de la Delegación Cuauhtémoc, en lo personal pienso que debe escuchar otras voces que no son tan cercanas a él o que le endulzan los oídos, tampoco le pido que se inmole o que se doblegue ante agravios de personajes de baja estofa, pero RMA sí debe saber que hoy es posible darle un giro a la historia y recuperar la patria. AMLO y RMA deben retomar el sendero del acuerdo y el diálogo tan necesario. 

En este escenario previo a la llegada del año 2018 y con los tiempos políticos encima, habría que preguntarse ¿quién será el bueno, el malo o el feo? O retomando al cristianismo: ¿dónde estará el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo? Son preguntas actuales, pues noviembre y los primeros días de diciembre alumbrarán nuevos partos y definirán acciones personales y colectivas. Concluyo las líneas anteriores, señalando que AMLO es la posibilidad real del cambio de régimen y vamos con él y con Morena, pero al mismo tiempo hay que señalar los errores de sus cercanos de hoy o de algunos que según dirigen los Comités de Morena y que no están a la altura de lo que las circunstancias exigen. En política no se inventan líderes y menos se compra la experiencia, eso deben saberlo militancia y simpatizantes de Morena y de otros movimientos que empujan juntos a favor de un Nuevo Rumbo para México. Como veo, doy.

Reflexiones. La Ciudad de México y el país requieren de atención ante los desastres naturales, el bajo crecimiento de la economía, la descomposición política y la violencia y la evidente corrupción de los gobernadores del PRIANRD. Ante ésta realidad evidente, debemos preguntarle a aquellos que integran el llamado Frente Ciudadano (PAN. PRD, MC), que los une en términos de programa y que de nuevo ofrecen al país. ¿Acaso Miguel Ángel Mancera o Ricardo Anaya son ejemplo de congruencia o de lealtad a acuerdos y principios? En realidad, el llamado "frente" es un amasijo sin coherencia y que en las alianzas que han hecho para obtener el poder en gobiernos de los estados, han enseñado los dientes y la corrupción es el signo que los caracteriza. Van dos ejemplos: Rafael Moreno Valle en Puebla y Graco Ramírez en Morelos. ¡Hasta pronto!