En qué estado nos encontramos en estos momentos de la historia, solo con el tiempo lo sabremos, un gobierno entrante que parece que tiene siglos y un gobierno saliente que representa a un fantasmal sistema que muchos se apresuran en desaparecer, por el hecho que solo han representado opresión, corrupción e impunidad, al parecer los que servían a ese viejo grupo se empeñan en omitir las atrocidades cometidas. Tenemos un país cada vez más hundido en la desolación y en un intento desesperado por salvarlo del abismo al que iba, dimos un giro al destino que nos tenían trazado. No podemos quedarnos de brazos cruzados todos los que optamos por un cambio en todos los niveles, cada uno tenemos nuestra propia experiencia y si bien es cierto es mucho lo que tenemos por hacer, por ganas no quedaremos ya que somos los afectados desde tiempo atrás, los que estamos motivados para lograr un cambio en el sistema.
Desde el 1 de julio, estamos viviendo los azotes de la gente que se quedó sin el sustento de vida vergonzoso al que estaban acostumbrados al amparo del gobierno corrupto y seguirán como las gallinas descabezadas corriendo en todas direcciones sin saber que ya están del otro lado y no hay vuelta atrás. No podemos dejar que estos tres años que les restan encuentren quien quiera pegarles esas cabezas a toda costa, tampoco darnos el lujo de perder lo mucho que hemos ganado para dar inicio al cambio verdadero, esto solo lo vamos a lograr no dejando de la mano a este nuevo gobierno para que haga lo que le dé la gana escudándose en que cuentan con el apoyo popular de mas e 30 millones de mexicanos, bien dijimos la mayoría que dar este paso no era dar un cheque en blanco y así será, pero señores esperemos a que entren en funciones y no demos por hecho que todo mundo se equivocó porque no es así, sigamos fortaleciendo nuestro voto y compromiso con quienes tienen nuestra confianza para trabajar en pro de todos.
Estamos en el inicio de vivir un verdadero cambio que, aunque una minoría rapaz se resista, no lograrán detener el progreso de México a favor de los más pobres, tengo la plena confianza junto con millones de personas que estamos haciendo lo correcto y que solo yendo de la mano como sociedad y gobierno se podrá lograr la cuarta transformación de México. No olvidemos que en este nuevo gobierno literal está gente de pueblo que jamás había estado en la política y que por muy de pueblo que sean, estarán al paso los léperos de siempre, que intentarán comprar conciencias para no perder los privilegios a los que han estado acostumbrados porque nacieron en el seno de familias corruptas e impunes. Tiene que haber más voluntad por servir al pueblo y hacer verdadera historia en beneficio de todos y no del beneficio personal, porque bien podemos afirmar que en estos tiempos las benditas redes sociales sí estamos haciendo nuestro trabajo que es el de ser observadores minuciosos del acontecer político y no toleraremos ningún acto de corrupción, porque de eso ya estamos hartos.
Es tanta la desesperación de esta clase de políticos que ya no queremos, que en escasos dos meses de que cambien los congresos locales y estatales, se han dedicado a hacer pedazos la constitución para todavía en un intento de seguir rapiñando el recurso público en beneficio personal y del grupo de amigos y familiares que de ahí viven, no cesan en seguir tratando de blindarse para no ser llamados a rendir cuentas, es tanto el miedo que sienten que saben que muchos podrían parar en la cárcel y no han dejado de hacer acuerdos y amarres constitucionales aunque sean en contra del pueblo, que al final de cuentas es el último por el que han visto gobiernos rojos y azules.
Quitar curules, robarse elecciones, otorgarse vetos, seguir aumentando la deuda pública y encima seguir sintiendo que tienen un poder que nunca les ha sido otorgado por el voto popular, sino que nos ha sido arrebatado elecciones tras elecciones, es lo que nos ha hecho abrir los ojos. Sabemos que la fuerza del pueblo es grande y la haremos valer de aquí en adelante. Por eso en mi muy particular punto de vista, no nos equivocamos en dejarlos fuera y darle este giro a la historia, con la firme esperanza que estamos haciendo lo correcto, pocos de los que aún siguen en el poder deberán pensar hasta tres veces su actuar porque ahora no son las mismas condiciones fáciles para actuar en contubernio para robarse el recurso público, dejando sin oportunidades a los mexicanos.
El cambio que queremos no es el cambio de nombres y personas, sino un verdadero cambio social y estructural que beneficie a la clase más vulnerable del país. Somos muchos los que nos hemos sentido ofendidos durante décadas por el capricho de una clase dominante que ya no debería existir, puedo sonar idealista lo sé, pero también estoy consciente que sí se puede lograr si todos nos unimos a una sola voz como hasta ahorita lo estamos haciendo. En cada uno de nosotros está un potencial juez que exige trato digno para quienes no tienen voz y fuerza, hagamos que se escuche el grito desesperado y silencioso de la clase vulnerada, quienes no tienen acceso a un trato y vida digna. Dejemos que las cosas sigan tomando su rumbo, vamos por buen camino y así seguiremos unidos haciendo lo que nos corresponde, sin olvidarnos que para que un gobierno sea distinto debemos involucrarnos más y más cada día.
Para lograr llegar a este momento ocupamos de todos, así como de acuerdos que se tuvieron que hacer aún y en contra de la voluntad de unos pocos que nos resistíamos a creer que todo suma, estábamos tan acostumbrados a quedarnos callados y a no exigir, que hoy algunos no sabemos que hacer para no perder el control de lo que estamos viviendo. Todos somos necesarios para continuar con el gobierno del cambio, ya que no somos las personas de manera aislada quienes cambiaremos el mundo, sino los grupos de mayoría que se forman para trabajar y hacer realidad nuestros sueños e ideales, rompiendo filas o acuerdos no lograremos nada y sólo quedará en una intentona más como en el 2000, donde no exigimos continuidad y el esfuerzo conjunto se perdió por causa de la avaricia de la mafia del poder que logró comprar a un partido que hoy está recibiendo las consecuencias de haberse vendido, dejando huérfanos a los militantes que se sienten decepcionados por las decisiones de los líderes que los llevarían a un México diferente. Con base en esta cruda realidad que hemos vivido en los últimos sexenios, podemos afirmar que los ciudadanos debemos involucrarnos cada vez más desde el inicio del proceso electoral y en las políticas públicas, porque al final de cuentas seremos los beneficiados o perjudicados de las decisiones que se tomen en las altas esferas del poder. Recuerda que Juntos Haremos Historia.
Janny Barrera
@CPJannyBarrera