Hoy inicia la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. ¿Cuál será la decisión que tomará AMLO sobre ello? No lo sé.

Lo que sí sé es qué es lo que opinan los mexicanos sobre el NAICM. En México Elige hicimos una encuesta en los 537 municipios del país en los que según el sitio web oficial de la consulta realizarán este ejercicio. La pregunta fue exactamente la misma que se hará en la consulta, con puntos y comas. Participaron más de 21 mil mexicanos.

En muy resumidas cuentas lo que encontramos es que más mexicanos están a favor del proyecto de Texcoco (55.9%) que del de Santa Lucía (44.1%). Si solo consideremos a quienes han utilizado las instalaciones del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la simpatía hacia el proyecto de Texcoco crece a 59%. Es decir, los usuarios afectados por la decisión prefieren Texcoco.

Pero hay un detalle, no todos los mexicanos de los municipios en los que se realizará la consulta piensan participar. Si solo participan quienes tienen interés en la consulta el ganador sería Santa Lucía. Preocupante que la opinión de quienes participarán en la consulta es contraria a la mayoría y, sobre todo, a los usuarios afectados. 

Lo que sucede es que los mexicanos ni siquiera estamos de acuerdo en una postura sobre la consulta. Por un lado hay quienes dicen que es una señal del próximo gobierno sobre la importancia que tienen los ciudadanos en la toma de decisiones. Por otro lado, hay quienes aseguran que esto es una consulta ilegal pues no cumple con lo establecido en la Constitución y que es más un sondeo a modo. Incluso hay, en este momento, una demanda de amparo en los juzgados para invalidar la consulta del equipo de transición de López Obrador. 

La realidad de las cosas es que López Obrador tiene la posibilidad de decidir qué hacer con el NAICM de la manera que se le ocurra, las leyes le brindan esa autoridad. Puede hacer encuestas, sondeos o consultas (constitucionales o no, simuladas o no).

Puede si quiere echar una moneda al aire y jugar a cara o cruz con el futuro de la obra de ingeniería más importante el México contemporáneo, incluso puede convocar a un cónclave de brujos y profetisas para que le indiquen el camino. Vaya, la decisión final recae en una sola cosa: el humor del Presidente Electo.

Y es que es verdad, la consulta ni siquiera tiene ni debe tener un efecto vinculante pues, en la práctica, ni siquiera se convoca a todos los electores del país a participar. La cobertura de la consulta es curiosa. Por ejemplo  en Zacatecas se instalarán casillas en municipios que representan solo el 34% de los electores. Contrario a lo que sucede en 3 entidades particulares.

En Ciudad de México habrá casillas en todas las Alcaldías. Lo mismo ocurre solo en dos entidades más: Tabasco y Baja California. En estos dos estados habrá casillas en el 100% de los municipios, cosa que no pasa en ningún otro estado. Aunque no creo que esto tenga que ver con que alguien importante haya nacido en Tabasco o que el próximo año haya una elección importante en Baja California, ¿o sí?

Pero volviendo a los participantes de la consulta, es eso lo primero que debimos discutir entre todos: ¿quién debe participar? Para los fines de una consulta, ¿debió valer lo mismo un voto de un ciudadano de Veracruz que nunca ha viajado en avión a un joven de Tijuana que usa una vez a la semana el AICM? ¿lo mismo vale el voto de un vecino de Texcoco que vive a escasos metros del nuevo aeropuerto? ¿Quiénes deben definir esto? ¿Los usuarios? ¿Las aerolíneas? ¿Los ingenieros? ¿Los expertos en aviación? ¿O es el Presidente de la Nación quien debe tomar el liderazgo, escuchar a los expertos de múltiples áreas y tomar la decisión sin más?

Yo ni ingeniero ni experto en aviación y mucho menos Presidente, pero sí usuario del aeropuerto. Afectado de los muy frecuentes retrasos en las salidas y llegadas del aeropuerto. Mientras todos los especialistas en derecho, medio ambiente, ingeniería y aviación discuten yo solo pienso en la dinámica de un viaje con Texcoco y con Santa Lucía

Si es Texcoco me queda claro que todo lo haré en ese mismo aeropuerto. La duda me asalta cuando hablamos de reacondicionar el actual aeropuerto y complementarlo con Santa Lucía y Toluca. Si hago un viaje de Hermosillo a Cancún, ¿se podrá dar el caso donde el avión llegue al aeropuerto de Toluca o al de Santa Lucía y de ahí tenga que trasladarme, con todo y equipaje, al actual aeropuerto en la Ciudad de México para de ahí tomar mi vuelo a Cancún? No lo sé, y eso me preocupa porque como ciudadano que puedo ir a votar estos días en la consulta no tengo la información.

Lo único que sé es que la forma en la que viajaremos, la manera con la que recibiremos millones de turistas y la logística de un sin número de negocios está en manos no de esta consulta, si no en la mano de aquel que puede decir: lo que diga mi dedito.