La llamada "Alianza Federalista" que agrupa a 10 gobernadores del país, emitieron desde cada una de sus entidades federativas un llamado para protestar por los recortes federales en el presupuesto del 2021, la extinción de fideicomisos y la política "centralista" del gobierno de la Cuarta Transformación (4T). Los titulares de los ejecutivos locales han amenazado con romper el pacto fiscal de seguir esta situación en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Los gobernadores "aliancistas" han advertido que se prevé una disminución al gasto federalizado para el próximo año del 5.5 por ciento, que representaría 108, 521 millones de pesos menos de transferencias a estados y municipios, lo que les parece un trato injusto ya que sus entidades federativas aportan mucho a la federación y este les regresa menos. 

Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco", gobernador de Nuevo León, advirtió que, si el jefe del ejecutivo federal sigue sin escuchar los reclamos de la Alianza Federalista, podría ocasionar el primer rompimiento con la República. 

Entre tanto el mandatario jalisciense Enrique Alfaro, anunció que realizará una consulta popular para decidir si su Estado abandona el pacto fiscal con el Gobierno central. "Vamos a iniciar a partir de este momento la ruta para hacer una consulta a los ciudadanos de Jalisco para saber si están de acuerdo en que nuestro Estado permanezca en esta relación abusiva con la federación”.

El pacto fiscal del que tanto hablan el grupo autollamado “Alianza Federalista” se estableció en el país desde 1980 y este acuerdo implica que todos los impuestos federales que se cobren se vayan a una bolsa común para ser repartidos; sin embargo, en los últimos meses este ha sido sujeto de críticas por parte de la oposición que asegura que el Congreso que está dominado por Morena beneficia “de forma clientelar” a las entidades. 

La coordinación fiscal es una práctica muy común en el mundo y tiene como fin que haya un equilibrio entre regiones y que no haya tanta desigualdad presupuestaria y desarrollo económico.

La recaudación de impuestos tributarios federales (ISR, IVA, IEPS, comercio exterior, ISAN y otros) en los estados tiene un efecto redistributivo porque el nivel que aporta cada entidad federativa no coincide necesariamente con los recursos que la federación distribuye por participaciones y aportaciones.

En la conferencia mañanera del 24 de abril el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que pasando la crisis sanitaria causada por el Covid-19 se haga una revisión del pacto fiscal para que haya un mayor equilibrio entre los recursos que aportan y reciben de la federación las entidades. “Pero tendrían que verse todas las cosas, todo conjunto, porque a final de cuentas el dinero del Presupuesto es dinero del pueblo, es de todos”. Lo malo que la pandemia no termina y para el próximo año se tendrá que recortar el presupuesto. 

Los datos que habría que tomar en cuenta para la revisión de la coordinación fiscal y hacer los cambios respectivos son varios y se tendrá que analizar de cuánta recaudación federal tiene cada entidad federativa y cuánto recibe de estas de la federación. 

En el Anuario estadístico y geográfico de los Estados Unidos Mexicanos del 2018, nos señalan que la Ciudad de México recauda el 53.7 por ciento de los impuestos federales del país. Mientras que cuatro de los estados inconformes recaudan menos del 10 por ciento: Tamaulipas y Nuevo León, 7 por ciento; Jalisco, 2.6 por ciento; y Coahuila 1.2 por ciento. 

El reclamo de los gobernadores que piden una revisión del pacto fiscal, parte en mi opinión de un mito de que el norte del país es próspero y mucho más productivo que el sur y que no es justo que sus entidades federativas tengan que mantener a sus contrapartes que están abajo geográficamente. 

La gran renta petrolera que tuvo México en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, se obtuvo en su mayor parte de los estados de Campeche y Tabasco y los estados que hoy están en desacuerdo con el pacto fiscal gozaron de recursos extraordinarios provenientes de entidades federativas del sur del país. 

Los gobiernos estatales tienen que revisar también sus ingresos tributarios locales y para depender de menor manera de los impuestos federales. Estados y municipios deben de ser más eficientes en el cobro de contribuciones locales como el impuesto predial, Impuesto sobre Adquisición de Inmuebles y Transmisión de Dominio, Impuesto por Alumbrado Público, entre otros. 

Es urgente una revisión del pacto fiscal y que haya una distribución más equilibrada de la captación de recursos tributarios federales y los Estados y municipios, deben de fortalecer su tributación local. 

Las entidades en rebeldía contra el gobierno de la 4T deberían de ser más solidarias y pensar que habrá menos presupuesto el año que viene debido a la crisis provocada por la pandemia de Coronavirus y lo que menos necesita México es un país dividido y que estos gobernadores se aprovechen.