Alejandro Díaz de León, quien funge como Gobernador del Banco de México (Banxico), es un personaje con poca o casi nula empatía con el acontecer económico del país; ofrece siempre declaraciones que son comparables a las de un observador imparcial y extraño a México.

Los comentarios que hace el funcionario bancario son parecidos a los que hacen las calificadoras pero siempre como si los problemas nacionales poco o nada tuvieran que ver con la institución que dirige, salvo para tomar sesudas notas de lo que pasa.

Los apoyos que ha ofrecido la Banca central para salir de la crisis económica provocada por la expansión de la pandemia del Covid-19 son a los Bancos, pero no a la sociedad ni a la economía nacional.

Los escenarios que plantea Banxico sobre la caída y posible recuperación de la economía mexicana son contundentes pero no dice cómo podría ayudar del mismo modo predice catastróficamente el desplome del empleo pero no es muy claro para señalar que se trata de un proceso que nos cayó de fuera y no consecuencia de las decisiones económicas del Gobierno al que siempre parece criticar y eventualmente “batear” si se le pide colaboración.

El funcionario bancario presume que la baja de la inflación, de los últimas semanas se da como resultado de un buen manejo monetario, cuando en realidad lo fue por la reducción del consumo, a pesar de no haber acotado suficientemente la tasa de interés de referencia para abaratar el crédito, como han hecho todos los bancos centrales del mundo. Ya dijo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, que la tasa de interés interbancaria del Banco de México es 55 veces más alta que la de Estados Unidos o el Reino Unido. Y no hubo respuesta del Emisor.

El pasado mes de abril el Presidente Andrés López Obrador pidió al Gobernador del Banco de México adelantar la entrega de los remanentes (ganancias) de operación del Banco de México a lo que Díaz de León se negó alegando que había que observar el procedimiento y los tiempos previstos en su propia ley.

El Artículo 55 de la Ley del Banxico establece que el Banco central será una institución sin propósito de lucro y deberá entregar al gobierno federal el importe íntegro de su remanente de operación una vez constituidas las reservas previstas en esta Ley, siempre que ello no implique la reducción de reservas provenientes de la revaluación de activos.

La respuesta del dirigente de la Banca central del país para negar al Gobierno de la Cuarta Transformación el adelanto de los remanentes de la institución, a pesar de que desde hace tres años no se tenían estos recursos y que la situación económica es apremiante por la pandemia de coronavirus, nos habla que el economista egresado del ITAM es poco empática, ante la crisis.

En una entrevista en “Aristegui en Vivo” del pasado jueves 28 de mayo, Díaz de León, dijo “Hemos visto la salida de capitales en la búsqueda de mercados más seguros”. ¿En serio hay mercados más seguros que México? Si ni siquiera se ha hecho el trabajo para señalar que el país Azteca es uno de los mercados de capitales más seguros, y abiertos del mundo, aunque fuera para tranquilizar a los mexicanos que llevan sus capitales del país para fortalecer la economía norteamericana y les paguen menos intereses que aquí.

En la misma entrevista dijo, como muchos, que “Esperamos el retorno a la normalidad” como si fuera un mero espectador y no el titular de una institución capital para el sistema financiero y la economía del país. Y como si lo dijera una calificadora más señaló que fueron 250 mil millones de pesos los que salieron del país.

En su lenguaje, plano siempre, describe lo que pasa pero no se involucra. Sobre la salida de la crisis dijo que “Estamos identificando un rango muy amplio de escenarios, todos muy adversos”. Rematando con que “prevalece el riesgo de que la actividad económica se ubique entre los escenarios descritos o bien presente trayectorias inferiores o superiores” Clarísimo, así no hay cómo equivocarse. Concluyendo con que este año la economía podría caer entre 4.6 y 8.8% y se perderán hasta 1.4 millones de empleos”. Todo lo anterior, escrito ya en Reporte trimestral de Banxico y para rematar, el mismo día de hoy en El Financiero dejó una frase para la historia de su paso por el Banxico: “el endeudamiento ‘per se’ no es ni malo ni bueno”. ¿Tons?

El Banco de México dio a conocer el pasado 21 de abril medidas de apoyo al sistema financiero nacional por 750 mil millones de pesos con objetivo de promover un mejor funcionamiento de los mercados. Estos recursos son depósitos de los mismos intermediarios financieros que son liberados por la Banca central

El documento presentado por el Banxico anuncia la adopción de diez medidas adicionales para fortalecer la operación del sistema financiero, robustecer los canales de otorgamiento de crédito, garantizar liquidez y promover el funcionamiento de los mercados.

Sí bien es cierto la institución que gobierna Díaz de León libero recursos para apoyar a los Bancos y estos tengan liquidez para otorgar créditos preferenciales, no les dio otras herramientas para que las pequeñas y medianas empresas cumplan las exigencias de los intermediarios financieros para ser sujetos de crédito.

El Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo en entrevista con ADN 40 que la Banca de desarrollo pondrá 60 mil millones como garantías para que las micro, pequeñas y medianas empresas, puedan acceder a los créditos de la Banca comercial.

En resumen podríamos decir que el Banco de México está dirigido por alguien muy poco empático, extraño que más bien parece un analista extranjero que no tiene ninguna responsabilidad ni compromiso con el país.