En la última semana se dieron dos eventos que configuran un nuevo escenario en la competencia dentro del mercado de las telecomunicaciones en México. Por un lado el golpe certero a MVS Comunicaciones al retirarle su porción en la banda de 2.5 gigahertz (Ghtz) del espectro electromagnético para ofrecer sus servicios y/o productos. También se hizo el anuncio de que América Móvil, cuya marca visible en México es Telcel pero que en toda Latinoamérica tiene intereses bajo la compañía Claro, absorbió casi la totalidad de las acciones de Telmex para pasar a ser parte de ese corporativo, no una empresa independiente como hasta ahora. 

En primera instancia la actitud del Gobierno Federal al “rescatar” la banda de 2.5 Ghtz no es nueva, hay un antecedente previo que hace ver su deseo extremo de controlar sea vía el espectro electromagnético o sea vía fibra óptica todo acceso a servicios de telecomunicaciones. Esa fue la razón principal del cierre de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro para retirarle su porción de fibra óptica, misma que el Gobierno Federal licitó muy poco tiempo después. 

Ahora así sucede con MVS Comunicaciones, porque, aunque es apegado a derecho la acción realizada por el Estado Mexicano debido a los dictados del título de concesión, no es un acto de caballeros. Desde hace mucho tiempo MVS solicitó el refrendo de la concesión, sin embargo siempre hubo silencio y de la noche a la mañana les fue retirada. Se puede decir que bajo intereses oscuros pero no es así, se sabe claramente quienes son los responsables (beneficiarios) de esta situación. 

Igual con el caso de Telmex, desde hace mucho tiempo ha solicitado el cambio en el título de concesión para que pueda ofrecer servicios de televisión de paga. La intención es conformar el llamado “triple play” donde se ofertan los servicios de telefonía local, internet y TV (cuádruple cuando se agrega la telefonía celular). Siempre se ha encontrado con la negativa, primero en forma de silencio y luego por orden de un Juez le fue dada de manera oficial. Se le ha cerrado el acceso a este cambio que le permita incursionar otros mercados. 

Esto provoca un estancamiento en la innovación y crecimiento tecnológico de las empresas. En el caso de MVS el proyecto estaba detenido, no solo por múltiples amenazas de funcionarios públicos sino por la incertidumbre de la situación legal de la concesión, resolución final que fue negativa para ellos. Así con Telmex que es un inversionista conocido en cuestiones tecnológicas y que no lo ha podido hacer en la transmisión de televisión por situaciones legales del título de concesión. 

En los dos casos vemos a un Gobierno incapaz de dar cabida a un proceso de competencia que avive el mercado, rompa monopolios y por consiguiente baje las tarifas al público. Esto tiene una razón de ser, Por un lado Telmex acapara el mercado de telefonía local y junto con Telcel tienen la gran mayoría de los clientes fijos y celulares, casi no hay competencia. Aún así se les obliga a ambas a otorgar servicios de interconexión de redes a precios irrisorios, ya que las otras empresas no tienen una vasta red y necesitan de las inversiones de Carlos Slim para poder competir… Contra él. 

Como es una necesidad de Telmex de ofrecer servicios de televisión de paga no solo por el bien de las ganancias económicas (situación primaria) también lo es para hacer crecer la compañía, de innovar no solo en tecnología sino en procesos administrativos. Al no poder hacerlo por ley, entonces se alió con MVS Comunicaciones para ofertar el servicio vía la compañía de ellos: Dish, empresa con muchos años en el mercado (desde 1990), aunque previamente se le conocía como MVS a secas. 

La absorción de las acciones de Telmex por parte de América Móvil, la otra empresa de Carlos Slim, es en el sentido que estos no tienen  restricciones para ofertar los servicios televisivos de paga. Con ello es una maniobra financiera para colocar en el mercado un producto más y reunirlo con su oferta de productos. Sin embargo habría que esperar si el Gobierno Federal les dé el permiso necesario para hacerlo. Por mientras ya efectúa transmisiones vía internet de su Canal de Noticias UNO que transmitió los Juegos Olímpicos de Londres 2012 por ese medio, es imperioso para la competencia que Telmex pueda dar ese servicio y así romper monopolios, tanto en telefonía como en TV de paga. 

Como vemos la actitud del Estado Mexicano es una acción concertada desde su interior para beneficiar a las empresas Televisa y TvAzteca que controlan el mercado de la televisión abierta y de paga en el país, sobre todo la primera con sus compañías de TV por cable. Las dos, tienen ya participación directa en la telefonía celular y gozan de una inversión conjunta en la compañía Total Play que sin red propia oferta servicio de cuádruple play. Esta es la razón de la actitud de Gobierno Federal, es una acción proteccionista para beneficiar a las dos televisoras más importantes del país. Le cierra el camino a la competencia con la intención de otorgarles esa banda de 2.5 Ghtz y así puedan dar el servicio de internet tan anhelado por ellas dos, además de ser únicos competidores teniendo fuera a Telmex. 

El escenario esta configurado: antes que la administración de Felipe Calderón deje el poder reacomodará todas las fichas de las telecomunicaciones en el país. Ya con Telmex fuera y con MVS Comunicaciones sin posibilidad de dar el servicio, le limpia el camino a Televisa y TvAzteca para que se conviertan en competencia de la empresa de Carlos Slim cerrándole todas las puertas legales para que ella pueda competir en igualdad de circunstancias. Además falta la convocatoria de la nueva cadena nacional que se emitirá el 30 de noviembre de este año, un día antes de la entrega del poder. 

Ya más claro ni el agua, no se le otorgará a quien puede ser competidor directo de las dos televisoras más importantes. Será para alguno de sus socios comerciales, un prestanombres quizá, pero no habrá cambio alguno. El escenario es proteccionista y las reglas son desiguales para todos, así se mantendrá durante muchos años más, incluso con la administración entrante. 

Di no a la imposición.

Todos por la invalidez de la elección.

Exijamos al TEPJF legalidad en su trabajo.