Corría 2006. El Peje aventajaba en todas las encuestas y la guerra sucia orquestada por Antonio Solá reducía una amplia ventaja a sólo un dígito.

El establishment mexicano se encontraba negociando de manera subterránea poder e impunidad.

Elba Esther Gordillo operó a favor de Felipe Calderón, y fue precisamente en Tamaulipas, hoy señalado por tener una casta de Narcogobernadores, imagen recrudecida tras la detención de Yarrington.

Charla de la lideresa con el ex gobernador de Tamaulipas, misma que transcribo íntegra para refrescarles la memoria:

Plática entre Elba Esther Gordillo (Eeg) y Eugenio Hernández Flores (Gob).

Gob: Sí, buenas tardes.

Eeg: Buenas tardes, ¿cómo le va, mi querido amigo?

Gob: Pues aquí andamos batallando un poquito, pero ahí vamos, ¿cómo vamos?

Eeg: A ver, por eso le estoy hablando, ¿ya sabe quién habla?

Gob: Sí, sí.

Eeg: Nuestra encuesta tiene, por una red que armamos en todo el país -ándele, interrumpió el gobernador-, de 6 mil 364 cuestionarios apenas llevamos... De 14 mil llevamos 6 mil, perdón. Y van así: 34.1 PAN, 22.96 PRI, 33.68, PRD. Ya se cayó el PRI, eh -muy bien, dijo Hernández-. Entonces hay que saber cómo actuar.

Gob: Así es, maestra.

Eeg: Hay que saber cómo actuar y aquí sí viene la decisión de fondo, porque la información que hay acá en los estados de nuestros amigos -ajá, cortó de nuevo- Tamaulipas y Coahuila están con todo por el PRI y van a hablar, no sé si ya hablaron, vale más que ustedes se adelanten, si así lo deciden, con Felipe, para vender lo que tengan, el PRI ya se cayó, ¿eh?

Gob: No, eso nos queda muy claro.

Eeg: No sé por dónde andes, por azul o por amarillo, pero si va por azul es lo que pensamos, vale más hablarle a Felipe y decirle algo para no quedar mal.

Gob: Sí, yo creo que todo va bien.

Eeg: Vamos a sacar ahorita todo el voto ciudadano.

Gob: Aquí estamos haciendo la chamba, eh, por ahí.... este.

Eeg: Por eso quise hablar, porque el informe que tienen es que todo para el PRI, y no es verdad, porque eso es institucional. Ante la caída, creo que lo interesante es hablar con Felipe y vendérselo.

Gob: Así es.

Eeg: No.

Gob: Entonces habla con mi vecino también, para ver cómo anda.

Eeg: Cómo andan, pero ya, ya se va despejando, ya el voto duro ya salió. Bueno, yo te comunico y espero tu decisión.

Gob: Ok, le agradezco mucho, maestra.

Eeg: Si te decides por azul, no lo vayas a... -claro, dijo Hernández-. Un abrazote.

Gob: Igualmente, gusto en saludarla, maestra, estamos en contacto.

Eeg: Igualmente.

Existió otra plática entre Pedro Cerisola y Eugenio Hernández, de la misma temática. Lo relevante del caso es que Felipe Calderón fue quien desencadenó la vorágine de violencia tras declarar la guerra a la delincuencia organizada cuando él mismo se apoyó en dos presuntos delincuentes para llegar a Los Pinos.

El resultado todos lo conocemos, Tamaulipas un estado dolorosamente bañado en sangre e impunidad, Elba Esther Gordillo en prisión hospitalaria y Eugenio Hernández sin poder ir a Estados Unidos por las investigaciones que lo involucran en delitos de alto impacto.

Y de ahí se desprende el silencio cómplice. La PGR de Calderón tuvo información que ubicaba a Tomás Yarrington con nexos con la delincuencia organizada, como ya apuntan Ricardo Raphael y Roberto Rock.

¿Qué clase de compromiso estableció con Eugenio Hernández que dejó campear a Yarrington con total libertad?

Fue hasta 2012 cuando de manera electorera ventiló los expedientes de los exgobernadores de Tamaulipas, para luego dar carpetazo, mientras que Estados Unidos armaba un caso sólido contra Yarrington  que desembocará en su extradición a territorio norteamericano, y donde también Eugenio Hernández y Manuel Cavazos son investigados, al tiempo que tienen prohibido el acceso.

Estos hechos convierten per se a Felipe Calderón en un delincuente al tratar con este tipo de personajes.

Jiribilla 

Con esos antecedentes se ensucia 2018 de manera muy temprana. Y Felipe Calderón quiere residir en Los Pinos nuevamente.