Las mujeres mexicanas hemos vivido una revolución abanderada por Olimpia Coral Melo, sobreviviente de violencia digital y quien ha tomado por causa desde el Frente Nacional para la Sororidad, ser la voz de todas aquellas que han sido violentadas en los espacios digitales.

Actualmente son 18 estados de la república mexicana que han aprobado este paquete reformas que han tomado el nombre de “Ley Olimpia”, entre los que se encuentran: Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Michoacán, Guerrero, Aguascalientes, Durango, Baja California Sur, Coahuila, Zacatecas, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro , Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Chiapas y Oaxaca . Este logro ha sido posible gracias a la fuerza y la unión de asociaciones civiles y colectivas feministas que se han sumado a lo largo y ancho del territorio nacional sin embargo, ha resultado ser una tarea enorme pues al ser una iniciativa ciudadana ha generado en los congresos conflictos de intereses, teniendo que superar en muchas ocasiones posturas que criminalizan la libre expresión de las mujeres.

Esta ley se encuentra en la batalla de ser aprobada en el estado de Sonora, que tiene al frente a una mujer en el gobierno, Claudia Pavlovich Arellano, lo preocupante es que de nuevo las mujeres han sido invisibilizadas y limitadas para ejercer su derecho a protestar y defender sus derechos como activistas coartando además su derecho a la libre expresión, pues en el congreso se ha votado por un dictamen en el que han sido ignoradas las observaciones esenciales para proteger la intimidad sexual , sin reconocer ni penalizar de manera clara y efectiva la violencia digital.

La ley Olimpia representa más que un paquete de reformas, una causa, causa en la que han sido parte esencial las víctimas de este tipo de violencia, una propuesta bajo la mirada victimal y con perspectiva de género para concientizar a la sociedad y a las autoridades de que no es porno ni venganza, es violencia digital y que lo virtual es real.