Aparentemente te pegó en donde más te duele un daño colateral de la 4T. No había por ningún lado el fármaco “carbonato de litio”, un estabilizador del ánimo que se utiliza desde hace mucho tiempo en el tratamiento de algunas enfermedades mentales y perturbaciones del ánimo como el trastorno bipolar, la depresión mayor y la esquizofrenia.

El desabasto te pegó en donde más te duele porque un miembro de tu familia toma ese medicamento y simple y sencillamente no había en todo México, y ya sabes lo que ocurre cuando uno de esos fármacos deja de ingerirse de golpe: desestabilización anímica, trastornos del sueño, ansiedad, alteraciones físicas, todo lo cual sitúa al paciente en una posición de alta fragilidad y peligro. Es importante hacer notar que el carbonato de litio es un medicamento de imposible o de muy difícil sustitución en psiquiatría. Es único.

Pero, ¿se trata realmente de un daño colateral de la 4T? Veamos.

En su forma pura el litio es un metal alcalino blando, de color blanco plata. Su nombre viene del griego lithos y significa “piedra. Aunque sus beneficios se conocen desde la antigüedad, se aisló hace poco más de 200 años, en 1817, gracias al químico sueco Johan August Arfwedson. De ahí pasó a formar parte de la tabla periódica de los elementos.

El carbonato de litio es una sal de ese metal que se prepara en un laboratorio. Además de sus usos en la psiquiatría, se utiliza en diversas industrias como en la eléctrica en la fabricación de baterías; manufactura de vidrios y aluminio; elaboración de grasas lubricantes y esmaltes para cerámicas, entre otros. Se dice que el litio es “el petróleo del futuro”.

De esas paradojas de la vida, te preguntas, ¿cómo es que precisamente cuando se ha dado a conocer que México cuenta con el mayor depósito de litio en desarrollo en el mundo, concretamente en el municipio de Bacadéhuachi, Sonora, con reservas de aproximadamente 243.8 millones de toneladas, no se pudo prever el desabastecimiento de carbonato de litio y miles de pacientes estuvieron y algunos todavía están sufriendo por ello, mientras el yacimiento se encuentra trabajando?

Sí, de acuerdo, las cosas no son tan sencillas. En todos los procesos existen intermediarios, requisitos, trámites; hay leyes, reglamentos y protocolos establecidos. Nadie puede llegar a los depósitos de litio de Sonora, tomar una muestra e ir a un laboratorio para que le fabriquen el fármaco. Se conoce también que es bastante complicado conseguir la autorización para elaborar medicamentos en laboratorios.

Es importante que hagas notar que la Asociación Psiquiátrica Mexicana, la Sociedad Internacional de Desórdenes Bipolares, otros organismos y algunos médicos en particular lanzaron la alerta del desabasto hace unos meses; incluso uno de estos últimos instaba a sus pacientes a presentar denuncias contra la Cofepris y se ofrecía a dar recetas para comprar el medicamento en Texas (“Le invito a venir a consulta y obtener sus recetas para adquirirlo en el Estado de Texas”, se lee en su página). ¿Es legal, ético? No lo sabes, lo desconoces. Es complicado pero queda asentado como antecedente.

Algunos datos y variables que quieres compartir son los siguientes:

1.- Lo principal: a partir del día de hoy, sí, hoy, hoy, hoy, ya se puede conseguir carbonato de litio en algunas farmacias de la Ciudad de México. Ignoro si es así en otras ciudades.

2.- Sólo dos laboratorios fabrican carbonato de litio para uso psiquiátrico en el país: Psicofarma (Carbolit) y Valdecasas (Lithium 300). ¡Sólo dos! El caso se inscribe en las tendencias y prácticas monopólicas que nos dejaron como herencia los gobiernos anteriores, ominosas e injustas usanzas que están en proceso de rectificarse y, esperemos, desterrarse.

3.- La caja de 50 pastillas de carbonato de litio elaborada por Psicofarma cuesta 319 pesos, mientras que la de Valdecasas (mismo gramaje, misma cantidad de pastillas) la venden en ¡95 pesos! Mucho que investigar ahí, ¿verdad?, estarán de acuerdo. El primer laboratorio vende el mismo producto a más del triple que el segundo y no, no está bien, la diferencia es demasiada y ambos laboratorios están igualmente certificados.

4.- Recuerdas que hace aproximadamente un mes la Secretaría de la Función Pública le impuso una multa de más de dos millones de pesos e inhabilitó a Psicofarma S. A. de C. V. por 45 meses. En ese lapso ninguna dependencia del Estado, entidades federativas, municipios y alcaldías de la Ciudad de México podrán celebrar contratos con la firma, aunque los que estén vigentes serán respetados. ¿La causa de la inhabilitación? Incumplimiento en la entrega completa de un requerimiento de medicamentos, al ISSSTE.

Es relevante señalar que a Psicofarma le va bastante bien en sus acuerdos de ventas con el gobierno federal, ya que es una de las principales proveedoras del Sector Salud. En 2020 se invirtieron 776 millones 774 mil 322 pesos en la compra de medicamentos a esa empresa (licitación consolidada LA-006000993). Como que con esos ingresos no se justifica incumplimiento de contrato alguno, ¿verdad?

Un pensamiento unilateral o el prejuicio o el morbo, a los que no quieres ni debes recurrir, te llevarían a pensar que todo esto del desabasto puede deberse a un asunto de revanchismo de las farmacéuticas afectadas por las nuevas medidas del gobierno federal, pero no tienes los elementos para hacer un análisis a ese respecto, mucho menos te consta nada y no te atreverías a acusar sin pruebas. Por eso esta enumeración de distintas aristas del problema.

5.- Al parecer, hasta ahora los insumos para la elaboración del carbonato de litio son importados. Hay versiones de que la causa del desabasto es que aquellos “se quedan en las aduanas”, y ya sabemos lo complicado que es ese sector que también se está limpiando de la corrupción que por mucho tiempo ha imperado en él.

6.- En tus indagaciones te enteras de algo muy interesante. Médicos del Grupo de Neurociencias del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, España, han descubierto que el tratamiento con litio es efectivo contra el coronavirus. Pacientes infectados en estado grave mejoraron rápidamente con la administración del fármaco. Otra nota aduce que los pacientes administrados con carbonato de litio tienen un sistema autoinmune especialmente fuerte, por lo que difícilmente contraen la enfermedad. En estudios de los años setenta ya se había arrojado que el litio podía actuar como un antiviral.

En resumen: en los estudios de referencia, pacientes en tratamiento con litio no desarrollaron síntomas del virus y los que se contagiaron se recuperaron totalmente tras ser tratados con litio. ¿Sabrán esto los psiquiatras y médicos mexicanos? Buen tema.

Regresando al primer enunciado de este escrito, ¿quién tiene “la culpa” de todo esto? ¿Fuimos un daño colateral de la 4T o el tema es mucho más complicado? ¿Cómo armar el rompecabezas, atar todos los cabos para llegar a una conclusión? ¿Quién tiene todos los hilos de la madeja en la mano? Tú no. Y así ocurre en muchos asuntos afectados en esta etapa de transformación. Nada es lineal, todo es complejo y toca analizar cada situación de manera específica y responsable.

El amado y entrañable miembro de tu familia, como muchos otros pacientes, está sufriendo las consecuencias de no haber tomado por un tiempo el medicamento de marras debido al desabasto; es muy duro, pero ya se resolvió. Vamos adelante.

Ojalá todos los problemas actuales terminen por resolverse de la mejor manera y que los estragos causados sirvan para mejorar las cosas en este país, porque todos, principalmente los más frágiles en todos sentidos, lo merecen.