El viernes 11 de mayo Enrique Peña Nieto decidió visitar la Universidad Iberoamericana, después de su conferencia y de contestar una veintena de preguntas se alistó para salir de las instalaciones de esta institución educativa. A la salida lo esperaba un grupo de estudiantes arengando consignas en su contra: “fuera, asesino, corrupto, cobarde y represor” se escuchó.  ¿Cuál es el problema de que un grupo de estudiantes manifieste su sentir, más en este caso donde no se excedieron en su tono y lenguaje, además de que en ningún momento impidieron el paso de Peña Nieto?

El PRI evidenció con el “control de daños” su verdadero instinto autoritario y de desagrado por las críticas,  Arturo Escobar, vocero del Partido Verde Ecologista de México,  acusó a los quejosos de ser un grupo de “mayorcitos” de 30 a 35 años de edad, simpatizantes de López Obrador. Pedro Joaquín Coldwell, presidente nacional del PRI, pidió a las autoridades de la Ibero que se investigará a los manifestantes. No se le ocurrió pensar a la jerarquía priista se que encontraban en un lugar donde los estudiantes piensan y el proceso de información que han obtenido, hace a una buena parte, críticos y analíticos de lo que se juega en el proceso electoral de 2012. 

Justo el lunes empezó a circular un video en redes sociales donde los estudiantes universitarios hacen valientes aclaraciones proporcionando nombre y número de matriculo de cada uno de los participantes. Estamos pues ante un punto de inflexión en el curso de las campañas electorales, en la mitad de la contienda se presenta el acontecimiento conocido hoy como #Somosmasde131. La fuerza de dicho acto se ha consolidado en redes sociales, haciendo TT a nivel nacional y mundial el tema.

La trascendencia del acontecimiento pude verse desde 2 perspectivas. En primer lugar significa la irrupción de la participación ciudadana en las campañas electorales, lo que puede traer consigo el efecto del despertar de las capas ciudadanas informadas y organizadas, trayendo con ello el descontento y divorcio con la clase política que se niega a atender los problemas de la sociedad. Por otro lado, seguramente trastoca el diseño de la campaña de EPN, el exabrupto lo hará replantearse si es conveniente que salga de la zona de confort en que se encontraba –después del incidente en la FIL de Guadalajara-  o regresar a esa zona. (Recordar que además de acceder a la invitación a debatir con los estudiantes universitarios, por fin concedió una entrevista a Carmen Aristegui el mismo viernes 11 de mayo). Se puede constatar lo anterior con el urgente spot que diseño EPN y su equipo, –donde se muestran imágenes de su visita a la Universidad Iberoamericana- dejando presente que gobernará para los que lo apoyan pero también para los que no lo hacen.

Veremos entonces si el proyecto ciudadano logra consolidarse con la valiente actuación de este grupo de estudiantes y presenciamos el ingrediente que necesitaban las campañas para salir del tedio y lo cotidiano que resultan. Sin duda, el tema dará para seguir hablando por lo menos la semana que corre.