La irresponsabilidad de los comentarios de Vicente Fox provocan indignación en la sociedad. “Chente” se regocija cada vez que el país atraviesa por una situación donde se tienen que tomar decisiones. La sublevación de un grupo de civiles, ha servido para que el expresidente, se jacte de alegría, fervor, y vaya desenvainando todo el odio acumulado que siente por el presidente López Obrador. Entre más escandalosa y mediática sea la noticia, encuentra el mecanismo sucio, irracional, y hasta cierto punto grotesco. Los que alguna vez fueron parte de esa columna del “Foxismo”, han dejado de creerle, porque el desprestigio que lo acompaña y alimenta desata una psicosis patológica que podríamos llamar: afección obsesiva por AMLO. (Megalomanía)

Solo es cuestión de argumentar la serie de disparates con la finalidad de organizar un clima que va gestando más descredito; nunca había visto despertar tanta dedicación a un presidente, como lo hace Fox, Calderón, y un bloque de periodistas, políticos, empresarios, que van adquiriendo una feroz ola propagandística de desprestigio a la imagen de López Obrador. Hoy en día aprovechan la atmósfera para fomentar y promover un exponencial ofensiva golpista; siembran polarización, y quieren confundir a una sociedad, que ha alcanzado un equilibrio emancipador, consciente, que subyace en el silencio que era sesgado por el sistema ominoso que monopolizó el PRIAN. Por el contrario, los sectores se han identificado con un instrumento político denominado democracia. Este mecanismo es prematuro, pero está acrecentando en un terreno fértil.

Esa exponencial avalancha de críticas, ofensas, y descalificaciones, ha sido parte del esquema provechoso de una comentocracia que no ha encontrado argumentos necesarios para despertar el interés que expresa el clima de una sociedad que va adquiriendo y fortaleciendo una aceptación por el Lopezobradorismo. Lo que sucedió la semana pasada, fue una decisión racional por el impensable escenario que podía suscitarse; la violencia y la desigualdad social, solo fomentan la incertidumbre de los diversos sectores. (No puede estructurar componendas, anteponiendo el bienestar de un territorio).

Esto ha permitido un flanco perfecto a que la oposición arremeta, manipule, y enraíce el lado inflexible e irracional de lo que constituye la paz social. El antiguo régimen, no solo sigue empeñado en arreciar la beligerante relación, sino, buscan dividir para recuperar la esfera del poder a fin controlar a las instituciones gubernamentales, que fueron los mecanismos y el hilo conductor de aquellas prácticas desleales que suponemos como la regresión de un anacronismo intrascendente.

En cambio Andrés Manuel López Obrador, ha aminorado todo ese agravio que insoslayablemente impacta más y más en una aceptación y respaldo que sigue gozando el presidente; primero, por cerrar el paso al saqueo de la Nación, que sinrazón y bajo el sello de la casa, perpetraban la corrupción a mansalva.

Esa esfera de políticos que solo sembró incertidumbre, pobreza, desigualdad, es la que hoy en día trata de profundizar incurriendo a los actos que nacen de la desgracia de una población; promueven y seguirán trabajando para tejer una cadena que despierte el interés de un bloque que en términos visibles, arrastra Andrés Manuel López Obrador (No como el mesías, sino como un liderazgo), porque su imagen argumenta un clima de acciones que la sociedad está cansada.

Hoy por hoy, el máximo exponente que se resiste a perder es el PAN; por ello, manipulan, y actúan bajo el instinto más irracional e inflexible. Pero ese “Contrapeso que se ha disfrazado de defensor”, parece encontrar una muralla que impacta con mayor fuerza una propuesta que difunde el hartazgo. (No son acarreados, borregos, lacayos, aduladores), son la expresión que ha adquirido un compromiso con la emancipación, la conciencia; y están dispuestos a cobijar la acumulación del ese cinismo grosero del conservadurismo, con Andrés Manuel López Obrador.

Su práctica cotidiana, va descubriendo particularmente la acción de suplantar la imagen de un presidente que ha dado señales de transformación que se conduce buen puerto. Sin embargo, la oposición subsiste y alimenta buscando nuevas fórmulas para manipular la gobernabilidad, que ha asumido un papel humanista, social, educativo, cultural, pero sobre todo una narrativa democrática que cayó en deterioro de aquel conservadurismo (PRI, PAN, PRD). Por eso lanzan una ola demagógica de algunos cuadros minoritarios, a fin de remover el éxodo que está en manos del Lopezobradorismo. El pesimismo de ese contrapeso, no ha sido coherente ni cuando gobernó, entonces, reconocemos que la ocasión de articular un movimiento, una crítica o propuesta, caen en el simplismo que se inclina al fracaso, porque en su periodo solo desplegaron corrupción, saqueo, y una aplastada democracia que fue prostituida durante años. La única salida es proponer y construir una oposición que ajuste una orientación privilegiando el bienestar a México. No agilizando la manipulación ciudadana, donde no despiertan ni el más mínimo interés.

López Obrador encontró respaldo hasta en Estados Unidos, en todo México y, en una sociedad consciente.

El PAN sigue en fracaso.

Fox causa ya hasta risa, con una dosis hasta cierto punto ya perturbada.

Y los Calderón solos, aislados, marginados y excluidos por espurios.